¿Qué tienen las películas, series y videojuegos que es adictivo y no podemos dejar de consumirlos? ¿Qué le falta a las noticias y al marketing tradicional que nos aburren?
Genaro Mejía
Me muero de envidia. Lo reconozco. Cuando me topo con perfiles de influencers o periodistas de negocios y veo sus miles de likes, todos los eventos en los que participan como speakers, sus viajes por varias partes del mundo… Me comparo con ellos y me hundo en un hoyo negro de frustración.
Suena fuerte y cuesta confesarte mi lado oscuro, ese que nos avergüenza, que queremos esconder, y que, queramos o no, todos tenemos. Te lo cuento porque en la comunicación de marcas personales o corporativas es necesario integrar este ‘labo B’ a su storytelling.
Ya sé que piensas que ahora sí me volví loco. ¿Cómo puedes generar confianza entre tus clientes y otros grupos relacionados si les cuentas las veces que fuiste mezquino, inseguro o patán?
No se trata de contarlo, sino de tenerlo presente y ser consciente de tu sombra, esa parte de tu personalidad donde se encuentran los miedos, los deseos reprimidos, las inseguridades, los sentimientos negativos, todo lo que nos da pena mostrar.
Todas las personas tienen esta sombra, pero también las empresas. En las personas, puede ser, como en mi caso, confesarte que he sentido envidia y he sucumbido bajo el síndrome del impostor. En el caso de las empresas, puede ser algún caso de corrupción o fraude ocurrido en algún momento de su historia que, aunque se resolvió, sigue generando temor de que alguien lo saque a colación de nuevo y golpee la reputación de la organización y sus líderes.
No por nada Carl Jung escribió que “la sombra es el otro lado de la luz, y sin ella no podríamos apreciar la belleza de la luz”.
Todos tenemos una sombra y es parte de nuestra personalidad. Por eso más vale que la integres en la comunicación de tu empresa y en la construcción del personaje principal de tu narrativa de marca. No quiero decir que vamos a cacarear a todo el mundo nuestro lado oscuro, sino que es indispensable tener consciencia de él todo el tiempo.
Amor a lo prohibido
Este conocimiento y conciencia del lado oscuro le da a las marcas varias posibilidades:
- Tomar decisiones estratégicas, considerando esta sombra, para llevar a la organización a una mayor eficiencia y transparencia, elevar los estándares de calidad y cumplimiento legal y mejorar la cultura laboral adentro y las relaciones con aliados hacia afuera.
- Estar preparado y saber qué responder cuando algún stakeholder (inversionista, proveedor, autoridad o medio de comunicación) te interpela sobre esa parte de tu historia o de tu personalidad que se considera negativa. Incluso, darle la vuelta a ese cuestionamiento y volverlo un mensaje positivo para las audiencias. Por ejemplo, si un periodista cuestiona al CEO de una empresa global por un recorte masivo de personal, él puede responder que fue necesaria esta acción dolorosa para evitar la quiebra de la empresa y dejar a miles de personas más en la calle.
- Incluir esta sombra de forma consciente y estratégica en la comunicación con los diferentes stakeholders para comunicar una sensación de transparencia y vulnerabilidad, de reconocimiento de los errores y de constante cambio para ser mejor. Un ejemplo sería cuando un CEO presenta un mensaje para destacar que su empresa logró ser el mejor lugar para trabajar en México, y su mensaje arranca contando el tipo de problemas de acoso, hostigamiento o desgaste laboral que encontró años atrás en la empresa y, cómo, de la mano del board, se logró cambiar las cosas.
Por algo todos somos grandes consumidores de películas, series y videojuegos, mientras las noticias y los anuncios nos aburren: porque esas historias nos muestran esa sombra que todos tenemos, que nos hace vulnerables y humanos, reales.
Por si fuera poco, como dice Alejandro Llantada en El libro secreto de la propaganda, a las personas les atrae el lado oscuro de los demás porque todos tienen esa sombra y se identifican, y porque, aunque sea de forma inconsciente, nos atrae lo que es distinto, lo que rompe lo común, aquello que huele a secreto o prohibido.
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Genaro Mejía es periodista de negocios, speaker y LinkedIn Top Voices Latam. Estratega en comunicación, storytelling y narrativas inteligentes. LinkedIn: @GenaroM / Newsletter: Bar Emprende