Lo que está en tus manos… y lo que no

Por: Redacción
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La ansiedad es un sentimiento que está muy de moda, incluso ya como protagonista de una película para niños. ¿Cómo evitar perderte en medio del miedo y la angustia que provoca?

Genaro Mejía

Fue un mayo de pesadilla del que quieres olvidarte.

Entregaste cuatro proyectos para diferentes clientes, pero, por alguna u otra razón, ninguno te pagó a tiempo. 

Preparaste más de 10 proyectos y cotizaciones de posibles clientes que parecían brotar como hongos. “Algo bueno saldrá de todo esto”, te decías mientras trabajabas hasta los fines de semana para sacar todos los pendientes. Pero no cerraste ningún negocio. 

La alergia regresó y no te deja respirar ni pensar. Tienes varios pagos pendientes y tarjetas que debes saldar, pero el dinero nomás no fluyó. Una amiga tuya está en el hospital y a otra se le murió el papá. Y, para colmo, la incertidumbre sobre las elecciones…

¡Qué pinche mes! Nada te salió bien. 

Conforme se acaba mayo y empieza junio te haces preguntas que te machacan la cabeza: ¿Y si pierdo la hipoteca? ¿Y si no consigo pagar las deudas? ¿Y si no tengo para la escuela de mi hijo? ¿Y si ya no llegan más clientes? ¿Y si quiebra mi negocio? 

Te invade un sentimiento, mezcla de angustia, miedo y preocupación. Te cuesta mucho dormir por las noches y trabajar en el día. En algún momento, mientras estás solo, te sofocas, el corazón se acelera en taquicardia, te tiembla todo el cuerpo y sudas frío. Se llama ansiedad.

Y seguro que no eres el único que la está padeciendo porque hasta en la última película que ves con tu hijo en el cine resulta que la protagonista es la canija ansiedad. Así es: se llama Intensamente 2 y está producida por Pixar. 

En el mundo, se calcula que más de 300 millones de personas padecen trastornos de ansiedad, mientras que en México, uno de cada cinco adultos ha tenido síntomas de ansiedad severa, según el INEGI.

La ansiedad de la película tiene pelos rojos revueltos, ojos saltones y una gran boca de la que no dejan de salir preocupaciones sobre eventos futuros y sus posibles consecuencias para tu autoestima y para tu vida. ¿Te suena?

No tienes el control

Pero la ansiedad no es ningún monstruo del apocalipsis. Tiene la función de protegerte. Antes nos perseguían depredadores y peligros de la naturaleza, mientras hoy te persiguen la incertidumbre sobre la salud de tus seres queridos, sobre sí tendrás trabajo la próxima semana o si tu empresa irá a la quiebra.

“La ansiedad es el miedo a lo que pueda suceder en el futuro. A veces ese miedo es racional y otras no”, explica Morra Aarons-Mele, experta en salud mental y escritora en un artículo de Harvard Business Review. 

¿Cómo puedes dejar de pensar en el futuro? ¿Cómo puedes controlar todo eso por lo que trabajas tanto y luego, al final, no ocurre? 

Lo primero que entiendes con la película de tu hijo es que no eres adivino y no puedes prever el futuro, por más escenarios que te hagas. 

Lo segundo de lo que te cae el veinte es que tampoco puedes controlar el futuro. Tú ya hiciste tu chamba: trabajaste duro, enviaste propuestas y cotizaciones, te esforzaste por dar lo mejor de ti. Lo demás no está en tu cancha. Entiendes que no tienes el control de casi nada. Y eso te da miedo, pero, al mismo tiempo, sientes paz.

Luego te acuerdas que ya te habían dicho que leyeras Estás aquí, escrito por el monje budista Thich Nhat Hanh, y corres a buscarlo. Te encuentras con una frase que te da calma:

“El Buda dijo: «El pasado ya no existe y el futuro todavía no está aquí». Sólo existe un momento en el que podemos estar completamente vivos y ése es el momento presente.”

Para regresar del futuro y enfocarte en tu presente sólo tienes que respirar de forma consciente. Sin pensar en nada, sólo en tu respiración. Si nada funciona, busca ayuda profesional. 

Al ser líder de un equipo, de tu familia, de tu propia vida, seguro seguirás enfrentando a la ansiedad, pero si logras superarla, te harás más fuerte. Como dice Aarons-Mele:

“Puede que haya obstáculos en el camino. Así que recuerda tratarte a ti mismo con compasión. Reconoce que estás haciendo lo mejor que puedes, que tus emociones son normales y que lo más saludable que puedes hacer es permitirte experimentarlas”.   

Todo estará bien si tú estás bien.

Genaro Mejía es periodista de negocios con más de 20 años de experiencia y LinkedIn Top Voices. Speaker y estratega en comunicación y nuevas narrativas. LinkedIn: @GenaroM / Newsletter: Bar Emprende