Lo único bueno del desastre educativo mexicano es que hay muchas cosas por hacer.
Una de las más evidentes es que, a un costo muy bajo, podemos llevar estupendas lecciones a todos los estudiantes que cuenten con una computadora e Internet. Es cierto que todavía hay millones de estudiantes que no tienen acceso a una computadora con Internet, pero sus expectativas de contar con ella muchas veces son más altas que las de, pongamos, contar con buenas lecciones todos los días en sus propios salones de clase. Por eso estoy impulsando “10 mil por la educación”.
¿Qué es “10 mil por la educación”? Es un ejercicio inédito para estimular y reconocer a quienes compartan conocimientos a través de Internet. Un grupo de empresarios, científicos, intelectuales y promotores de la educación nos hemos propuesto reconocer a quienes preparen las mejores lecciones en video, adecuadas para los estudiantes de secundaria y preparatoria.
Hasta donde yo sé, jamás se había hecho algo semejante en ninguna otra parte del mundo. En México hay concursos de todo: de danza, de automóviles, de guiones, de graffiti, de tesis de licenciatura. Pero nunca habíamos intentado premiar a quienes multipliquen conocimientos aprovechando las oportunidades que nos brindan las nuevas tecnologías.
Toda la información pertinente de esta convocatoria está en la página sigoaprendiendo.org, haciendo click en la pestaña que dice “10 mil por la educación“. Cualquier persona puede participar antes del 1 de junio.
Agradezco a quienes, con generosidad, se sumaron a esta iniciativa: Daniel Servitje, Antonio Lazcano, Juan Pardinas, Alicia Lebrija, Gerardo Herrera, Marinela Servitje, Andrés Roemer, Oscar Chávez. Cada uno de ellos entregará entre 10 mil y 40 mil pesos a quienes preparen las lecciones que mejor les parezcan. Además, don Hugo Salinas Price aportará 190 onzas troy de plata.
Todos ellos aceptaron mi punto de vista de que necesitamos volver a vincularnos con la educación de manera personal, no sólo institucional. (No acepté ni asociaciones ni fundaciones: únicamente personas, personas apoyando a otras personas, como debería ser siempre, de manera íntima, la tarea educativa.)
Dentro de unas semanas, voy a poder ver una serie de escenas que deberíamos ver más a menudo: personas exitosas, reconociendo de manera directa y personal a quienes multiplican conocimientos.
Como dije al principio: ¡hay tanto por hacer!
Pablo Boullosa es escritor, conductor de televisión y divulgador del conocimiento.
