De acuerdo con el Colegio de Urbanistas de México, la luminarias de las vías públicas son clave para tener ciudades más seguras
Cualquier chilangx sabe que caminar de noche sobre una calle deteriorada y oscura siempre provoca temor. Lo primero que nos viene a la mente es enfrentarnos a la delincuencia: ser víctimas de asalto o algún otro delito que quede bajo el amparo de las sombras, y quizá, en total impunidad.
De acuerdo con el Colegio de Urbanistas de México (ECUM), la iluminación de las vías públicas ha dejado de ser un simple tema de infraestructura para consolidarse como una herramienta clave en la construcción de ciudades más seguras, accesibles y habitables.
En el estudio México Iluminado: Cuando las Calles Brillan, la Delincuencia se Esconde, elaborado por esa institución, se señala que una infraestructura lumínica adecuada en las urbes puede disminuir hasta en 30% los robos y asaltos.
Además, está documentado por el INEGI (2022) que 75% de lxs ciudadanxs se sienten más segurxs al transitar por calles bien alumbradas, en contraste con 45% de aquellxs que pasan por zonas con este tipo de deficiencias.
El ECUM recalca que la luz no sólo disipa la incidencia delictiva, también potencia la vida urbana, ya que coadyuva al aumento de las actividades comerciales y sociales durante la noche y la madrugada hasta en 40%, de acuerdo con la Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo.
Igualmente contribuye a la accesibilidad de personas vulnerables a diversos espacios, al reducir en 50% los accidentes viales relacionados con caídas, especialmente en personas mayores y con discapacidad.
Reto chilango
Iluminar la capital del país representa un reto para las autoridades, sostiene el estudio, ya que según datos de la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse) local, en la Ciudad de México aproximadamente 180,000 luminarias fallan de manera recurrente, es decir, 15% del total.
Una de las principales causas de estos problemas es el vandalismo contra estas infraestructuras (30%), mientras que la obsolescencia tecnológica de las lámparas, causa hasta 25% de los desperfectos, debido a que funcionan principalmente a base de vapor de sodio.
Ante esa falta de modernización, el ECUM recomienda a las autoridades la transición de las luminarias a la tecnología LED. Sin embargo, “representa un punto de inflexión en términos económicos y ambientales”, ya que este proceso resulta bastante oneroso y largo en términos de tiempo.
A nivel nacional, sostiene, la renovación de 10 millones de luminarias implicaría una inversión aproximada de 300,000 millones de pesos que tardaría más de tres décadas en promedio. Sin embargo, el proceso ayudaría al ahorro energético y la disminución de costos operativos.
“La Comisión Nacional para el Uso Eficiente de la Energía (CONUEE, 2023) estima que dicha transformación generaría ahorros anuales de hasta 9,000 millones de pesos y una considerable reducción en emisiones de CO2 (dióxido de carbono), equivalente a más de un millón de toneladas al año”, señala.
Sin embargo, acota que esta situación se puede resolver a través de la colocación de luminarias solares y con ello se aprovecharía la alta radiación solar en el país: “Una tendencia emergente y complementaria”.
De esta forma, apunta, se reduciría la dependencia energética tradicional y mejoraría la estética urbana: “Su facilidad de instalación las convierte en ideales para áreas remotas o urbanísticamente complejas, aumentando la autosuficiencia energética y disminuyendo hasta en 80% los costos operativos a largo plazo”.
Más estrategias de urbanismo
Además del mejoramiento e incremento de las luminarias en la ciudad, el Colegio de Urbanistas de México sugiere incorporar otro tipo de estrategias para erradicar los actos delictivos.
Algunos son la creación de senderos seguros que combinan iluminación con dispositivos como cámaras, botones de pánico, además del impulso al arte urbano. Señala que en zonas de las alcaldías Gustavo A. Madero, Iztapalapa y Tlalpan, estas intervenciones redujeron en 35% los delitos contra mujeres y jóvenes, de acuerdo con datos del gobierno capitalino (2023).
En cuanto a la inclusión de arte urbano (murales comunitarios pintados por artistas locales y ciudadanxs) señala que fomenta la cohesión social, promueve el sentido de identidad comunitaria y reduce el vandalismo hasta en 25% en estas áreas de la ciudad.
Indica que de acuerdo con el Instituto Mexicano de la Juventud (Imjuve), el arte urbano ha demostrado beneficios adicionales como el aumento en 20% de la participación ciudadana en proyectos comunitarios y disminuye la percepción de abandono urbano.
“Estos murales comunitarios, además de embellecer los espacios públicos, contribuyen al desarrollo económico local al atraer turismo cultural y fomentar actividades comerciales asociadas a estos senderos”, sostiene.
Mil kilómetros de senderos seguros
En diciembre de 2024, la jefa de Gobierno, Clara Brugada, inauguró el primer Camino Mujeres Libres y Seguras en la Calzada de Guadalupe y el perímetro de la Basílica de Guadalupe, en la alcaldía Gustavo A. Madero, el cual cuenta con 1,496 luminarias. Este proyecto es parte del compromiso de la mandataria para construir 1,000 kilómetros de este tipo de espacios, entre los que se contemplan vialidades como la Calzada de Tlalpan y la avenida Insurgentes.
“La implementación efectiva de estas propuestas puede transformar radicalmente nuestras ciudades, haciéndolas más seguras, más inclusivas y más amigables para todos sus habitantes.”
Colegio de Urbanistas de México
- Hasta en 60% se incrementa la percepción de seguridad entre las mujeres al transitar de noche por senderos iluminados, de acuerdo con la ONU