“Apuntes sobre un levantón”, por @AlexxxAlmazan

* Un secuestro, tan frecuente en este México del asesinato, significa que alguien aún actúa en manera racional, que entiende que la vida tiene un valor y es viable llegar a una negociación. Pero un levantón quiere decir que la gente desaparece a plena luz del día y no hay explicaciones ni detenidos. Es decir: en este país puedes seguir tu vida y continuar con tus asesinatos.

* Todavía ahora no se sabe muy bien si fueron once o doce las personas desaparecidas del bar Heaven de la Zona Rosa. Sólo se tiene la certeza de que varios viven en Tepito y eso, lamentablemente, ha llevado a que algunos medios y gente en las redes sociales los tilde de criminales. Colegas y amigos chilangos: en los estados, las autoridades suelen estigmatizar a los muertos o desaparecidos para 1) no responsabilizarse y 2) para que los habitantes puedan convivir con los asesinatos o levantones y seguir diciendo: bueno, se lo merecían. Si algunos de los chicos desaparecidos estaban o no dentro del crimen organizado, eso se conocerá durante las investigaciones. Lo importante en este momento es que nos expliquen cómo a once o doce personas se las traga una ciudad que presume ser la más segura del país y que nos digan dónde están. ¿O a poco nos gustaría desaparecer y que en la policía les digan a nuestros familiares que éramos malas personas o que nadie vio nada?

* Conocí a Miguel Ángel Mancera cuando era procurador del DF. El tipo me cae bien, no creo que sea corrupto. Pero desde que llegó a la jefatura del gobierno se ha dedicado a la frivolidad. Tratar de ser una especie de alter ego de Peña Nieto, viajar al Vaticano para darle la bienvenida al nuevo Papa, dejar de ser un gobierno de oposición o dar entrevistas donde las reporteras pueden tocarle sus músculos ha llevado a más de un chilango a preguntarse si en verdad a él le debemos el mito de que la ciudad de México fuera una isla en medio de la sangre. Mancera y sus funcionarios han dejado circular una infinidad de rumores sobre el levantón de los chicos, pero oficialmente sólo se han enredado. Leí que en el bar no se habían encontrado rastros de violencia ni huellas dactilares. No se necesita estudiar criminología para saber que cuando te ponen un cuerno de chivo en la cabeza terminas por obedecer. No arañas las paredes ni escribes en una servilleta que te van a matar.

* ¿Por qué Mancera se ha visto torpe en el caso? Trato de cavilar: porque quizá desde el gobierno federal le han dicho que si acepta el levantón es aceptar que hemos perdido la guerra. Se irían los capitales extranjeros, se largaría el turismo, las instituciones entrarían en crisis, el chilango saldría a las calles, los gringos se entrometerían aún más o caería el reino, como ha caído en la mayoría de los estados. En otras palabras le mostraríamos al mundo que a este país, ahora sí, se lo llevó la chingada. La explosión en Pemex, hace unos meses, nos enseñó lo frágil que es el Estado (la versión oficial dice que fue acumulación de gas butano, pero algunos periodistas han documentado que todo fue muy bien planeado por los Zetas). ¿Mancera y Peña Nieto esperan a que aparezcan descabezados en el Ángel de la Independencia para aceptar que la pompa de jabón que era el DF fue reventada por la desaparición de los once o doce chicos?

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*Estudió comunicación en la UNAM. Ha colaborado en Reforma, Milenio y El Universal y el semanario Emeequis. Es tres veces Premio Nacional de Periodismo en Crónica. Autor de Gumaro de Dios, el caníbal, Placa 36, Entre Perros y El más buscado.

(ALEJANDRO ALMAZÁN)