Las zonas verdes de la CDMX contribuyen a evitar problemas como la contaminación, falta de agua, ruido y calor, de acuerdo con un especialista de la Sedema
“Las áreas verdes son el principal elemento para evitar que la ciudad sea más vulnerable a problemas como la contaminación, la falta de agua, el ruido y el calor”, sostiene el ingeniero Rafael Obregón Viloria, director general del Sistema de Áreas Naturales Protegidas y Áreas de Valor Ambiental de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México.
En entrevista con + Chilango, el funcionario afirma contundente: “Una ciudad que no cuida sus áreas verdes y el medio ambiente, irremediablemente ve afectada su calidad ambiental”. Obregón Viloria pone ejemplos:
“El ruido de una ciudad se controla o se matiza gracias al proceso de vegetación. Otro factor importante es la contaminación, no sólo por la circulación del aire, sino que buena parte de las partículas suspendidas que contaminan son atrapadas por la masa vegetal. Asimismo, los golpes de calor disminuyen en la medida en que cuidamos el medio ambiente y la forma más eficiente de recargar los mantos acuíferos es teniendo vegetación natural”.
En ese sentido, asegura que el gobierno de la CDMX implementa “políticas de creación y cuidados ambientales, porque para nosotros es fundamental que esta entidad crezca con un expreso respeto por sus áreas verdes y sus áreas naturales”. Además, “incrementar las áreas verdes y los espacios públicos tiene influencia en dos aspectos: la disminución de la violencia y la creación de comunidad; una sociedad se vuelve conflictiva cuando los espacios se abandonan a partir de su precarización, porque entonces se generan prácticas negativas”.
Visión Social
Esta administración, señala el funcionario, ha optado por una visión social en la conservación e incremento de las áreas verdes. Para ello existe el programa Reto Verde, con el cual muchos espacios que antes estaban en malas condiciones se rescatan de tal manera que no sólo se recuperan áreas verdes, sino que además se logra un factor de transformación social donde la gente puede hacer deporte, convivir.
Para Obregón Viloria, este proceso implica una apropiación distinta del espacio, una relación diferente con la naturaleza. Aún cuando la Ciudad de México es una entidad pequeña, que representa 1% de la República Mexicana, “el 12 por ciento de la biodiversidad de México se puede encontrar en esta entidad”.
Por eso la importancia de cuidar las áreas verdes en las ciudades, pues “son espacios en los que la mancha urbana se ha desarrollado muchas veces transformando la matriz natural, los ecosistemas originales. Sólo recordemos que la CDMX creció sobre un lago”.
Las AVA
Las Áreas de Valor Ambiental (AVA), detalla, son áreas verdes que requieren ser restauradas o preservadas porque “aún son un reservorio para la biodiversidad de flora y fauna que habita la ciudad, aporta servicios ambientales como la captación e infiltración de agua al acuífero, la regulación de microclimas, la conservación de ciclos hidrológicos, el amortiguamiento sonoro, la captura de carbono o simplemente por su belleza y por ser zonas para el esparcimiento”.
La figura de las AVA se creó en la ley para ofrecer una protección legal adicional o más fuerte. “Es importante saber cómo funciona la ciudad a partir de sus espacios naturales, no verlos sólo como una estadística o un número, sino entender cómo se conecta en términos ecosistémicos, pues en la medida en que nosotros consolidemos una red de espacios naturales, vamos a poder enfrentar y tener una mayor capacidad de resistir los embates de la crisis ambiental”.
En ese sentido, destacó que otra de las acciones que lleva a cabo la entidad a su cargo es mantener las áreas naturales protegidas con cuidados, atención, protección contra incendios, acciones de conservación de suelo y actividades que permitan una solución adecuada al espacio.
“Hay un especial cuidado para preservar los ecosistemas que están en mejor estado, como las áreas protegidas de la Sierra de Guadalupe, la Sierra de Santa Catarina, el Cerro de la Estrella, San Gregorio, el Parque Ecológico de la CDMX, Desierto de los Leones, Bosques de la Loma, Bosque de Tlalpan, Cumbres del Ajusco, San Bernabé, Bosque de Chapultepec, Bosque de Aragón y Canal Nacional, entre otros. De todos ellos se busca incrementar su valor ambiental”.
Otro gran componente son la recuperación y saneamiento de las barrancas, las cuales forman parte de un sistema de escurrimientos “y aunque no todas traen agua todo el tiempo, tienen un valor ambiental muy importante”. El objetivo de esta administración, sostiene Obregón Viloria, “es resolver problemas de la ciudad con soluciones basadas en la naturaleza”.