A casi dos semanas de que integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación se instalaron en la plancha del Zócalo capitalino, el recinto más importante del DF se ha convertido en una mini ciudad.
Entre las inumerables casas de campaña, los docentes han improvisado tendederos, cocinas y hasta colchones inflables.
También hay quienes no han dudado en hacer negocio, pues destacan los letreros de quienes venden café o comida y hasta quienes cobran por cargar la batería del celular.