Más de dos mil litros diarios de biocombustible podrán fabricarse en la planta que está siendo desarrollada por investigadores de la UNAM para ser usado en las unidades de transporte público de la Red de Transporte de Pasajeros (RTP).
El proyecto es único a escala nacional, pues también se creará una unidad de investigación para determinar la calidad del hidrocarburo, con el objetivo de no dañar los motores de los vehículos y así reducir las emisiones contaminantes.
El biodiesel será obtenido a partir de aceites comestibles de desechos recolectados en restaurantes y hoteles del Distrito Federal, por lo que dependerá de cómo estos recintos preparan cada uno de sus alimentos.
El financiamiento es aportado por el Fondo Mixto Conacyt-Gobierno del Distrito Federal y se divide en cuatro etapas: la primera es la cuantificación del aceite de desecho en la urbe para convertirlo en biodiesel.
En la segunda se prevé el diseño, construcción, arranque y operación de una planta piloto en las instalaciones de la RTP, que contempla la capacitación para su manejo a pesar de ser completamente automatizado.
En la tercera fase se elaborará el laboratorio para medir la calidad que marca la norma internacional ASTM 6751, lo cual se logrará con el equipo analítico necesario para buscar la certificación correspondiente.
En la última etapa se medirán las emisiones de los camiones antes y después del uso del biocombustible en el corto, mediano y largo plazo. Con ello se podrá llevar a cabo un estudio de factibilidad técnico, económico y ambiental.
Poco a poco
Cabe destacar que no se sustituirá completamente el diésel por biodiésel, pues se realizarán mezclas de ambos para las unidades más viejas, en una proporción que va desde 5% hasta 15% de composición de combustible limpio.
“Los camiones recientes no pueden usar este producto porque tienen un convertidor catalítico y de hacerlo perderían la garantía que les otorga la empresa”, dijo la investigadora de la Facultad de Ingeniería, Alejandra Castro.
La especialista consideró que a partir de este proyecto se deberían ejecutar las regulaciones en la Ciudad de México para la recolección, transporte y reúso del aceite vegetal, que se llevaría a cabo entre el gobierno capitalino y las empresas.
(Ignacio Gómez)