Chinamperos y productores de Xochimilco recibirán este Día de Muertos 2023 con una producción de más de 5 millones de flores de cempasúchil que, esperan, adorne los altares de la población capitalina
Por Juana García
Rubén Peralta y sus tres hijos se dedican desde hace más de 15 años al cultivo de cempasúchil en San Luis Tlaxialtemalco, uno de los 14 pueblos originarios que conforman la alcaldía de Xochimilco, ubicada al sur de la Ciudad de México.
“Vivir en una zona rural significa trabajar con la tierra y buscar en ella el sostén para la familia para vivir de manera digna, además de resistir a una identidad frente a la gran urbe de la Ciudad de México”, dice don Rubén con tono fluido, mientras riega las macetas de cempasúchil que pronto llevará a vender al mercado.
Su huerto crece en una de las 20 mil chinampas de Xochimilco; en este caso, la suya está cerca del mercado de las flores en San Luis Tlaxialtemalco, considerada una de las principales zonas de producción de flores en la capital del país.
Junto a San Gregorio Atlapulco, Barrios de Xochimilco, Santiago Tepalcatlalpan y el Ejido Tulyehualco, estos cuatro pueblos originarios produjeron 5 millones 086 mil 220 plantas de cempasúchil para esta temporada, de acuerdo con la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México.
Precios bajos
Don Rubén recuerda que desde siempre las familias de Tlaxialtemalco se han dedicado a la siembra de flores, actividad a la que se refiere como signo de identidad. Junto a su familia, explica a +Chilango, cultiva la flor de cempasúchil y otras flores en macetas desde hace más de 15 años, “gracias a las flores tenemos el pan de todos los días, aunque a veces no es fácil, ahora el precio está muy bajo”, comparte.
Aunque el costo por mayoreo de una caja con 12 macetas de flores apenas llega a los 110 pesos, cuando debería venderse en 150 pesos, uno de los hijos de don Rubén no pierde la esperanza de que suba el precio en los últimos tres días de octubre, cuando muchas familias ocupan las macetas y los pétalos de cempasúchil para adornar sus altares de muertos.
“Se está batallando con la venta de las flores, creo que porque ahora se produce más. Pensamos en que se venderán en los últimos días, ojalá y así sea”, señala el joven, mientras ayuda a su padre a regar las macetas de la flor de muertos en una parcela de 400 metros cuadrados.
Valor estimado en 500 mdp
El consumo de la flor de cempasúchil tiene un impacto económico para las familias de floricultores; según un informe de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), “el valor estimado de la producción nacional de esta flor es de más de 500 millones de pesos”, el cual también generó empleos e ingresos para al menos 5 mil familias en la Ciudad de México.
Celestino, otro chinampero, lleva cuatro años cultivando la flor de cempasúchil, “nos está yendo bien, paga los gastos del día a día, hemos podido incrementar la producción. Hace un año echamos menos, ahora más, primeramente Dios el año que viene echamos más, me siento muy contento”, narra emocionado.
El resto del año, los floricultores se dedican a la siembra de otras flores, alimentos o plantas. Por ejemplo, Celestino y su pareja siembran hierbas como albahaca, romero, orégano, menta, hierbabuena, las cuales ofrecen después en el mercado de las flores. Don Rubén y su familia producen principalmente petunia, pensamiento, alegría y crisantemo, entre otras.
Cada vez es más esfuerzo
Don Rubén afirma que desde hace cuatro años, las familias de Xochimilco que se dedican a la siembra han tenido que invertir el doble de esfuerzo para la venta de las flores. “Este año estamos padeciendo los bajos costos y a ver cómo nos va, porque el gobierno ya no nos compra y ahora hay más producción, así que se comenzó a malbaratar desde muy temprano”, explica, pese a que también hace envíos a Ciudad Juárez, Mérida y a otras ciudades de la República Mexicana.
Los floricultores de Tlaxialtemalco trabajan arduamente, en la idea de concluir las ventas en los primeros días de noviembre.