Un mal que padece la ciudad es el de los chicles pegados en el piso, árboles e inmuebles, ya que además de ser un foco de infección, deterioran el espacio público; en una jornada de tres días, los encargados de quitarlos retiraron 4 mil 414 de las escalinatas del Ángel de la Independencia.
La jornada se realizó los días 19, 20 y 22 de marzo, el procedimiento que emplearon fue el mismo con el que las máquinas limpiadoras realizan su labor en sitios como el Corredor Peatonal Madero o los portales de los edificios de GDF y las aceras de los inmuebles aledaños.
Para remover un chicle pegado, que aproximadamente son de 5 centímetros de diámetro, es necesario utilizar un vapor y un químico especial aplicado con una escobilla; con esto se remueve en un primer momento el chicle pegado y se desintegra casi al 90%, posteriormente, se lava el piso con el apoyo de un desengrasante y se quita el resto de la mancha.
Gomas pegajosas
En una jornada hecha el año pasado en calle Francisco I. Madero, se retiraron 82 mil 475 chicles del 13 de septiembre al 29 de noviembre. Del 14 al 31 de enero de este año, se realizaron nuevamente acciones de limpieza que representaron el retiro de 22 mil 568 chicles más.
A partir del 12 de febrero de este 2013, las jornadas de limpieza se extendieron a los pasajes de los arcos de las joyerías que rodean a la Plaza de la Constitución y a los de los edificios de Gobierno; el resultando fue un total de 15 mil 875 chicles retirados hasta el pasado 14 de marzo.
Larga vida la de un chicle
Un chicle tirado al piso tarda hasta cinco años en degradarse y se convierte en recipiente de miles de bacterias.
De acuerdo con información del GDF, retirarlos representa un gasto presupuestal pero, sobre todo, una afectación al espacio público compartido, por lo que exhortan a la ciudadanía a evitar estas prácticas antihigiénicas y de falta de civilidad.
(CRISTINA SALMERON | MÁS POR MÁS)