Detrás de una semana de vacaciones hay un esfuerzo, tanto para ahorrar dinero como para hacer un espacio en la rutina diaria y el trabajo, y eso lo entienden los chilangos.
Una encuesta realizada por el sitio Expedia.com -en el DF, Guadalajara y Monterrey- señala que 89% de las personas están dispuestas a hacer algún sacrificio con tal de disfrutar esas merecidas vacaciones.
Mavi Águilar, publirelacionista capitalina que disfruta de los viajes: en el último año realizó cinco en plan vacacional, dos de ellos a destinos internacionales, sin embargo confiesa que darse este gusto sí implica algunos esfuerzos extras. “Trato de no gastar tanto algunos fines de semana en salidas, como ir al cine o algún restaurante”, señala.
Esta es una realidad que enfrenta la gran mayoría, pues de acuerdo con el estudio titulado ‘Hábitos y gustos de viaje 2015’, 65% dejaría de comprar comida chatarra con tal de obtener una semana de vacaciones, mientras que 52% dejaría de tomar cerveza o vino.
Los viajeros consultados por máspormás coincidieron en que el tiempo promedio que tardan en ahorrar para unas vacaciones largas -más de 15 días- es de seis meses.
Otro factor son los días en los que podemos desenchufarnos de la vida laboral, pues datos del estudio indican que los mexicanos tenemos menos días de vacaciones por año en comparación con países como Alemania o Dinamarca, donde el promedio es de entre 21 y 30. En México, 35% tiene entre uno y 10 días libres, y 44% entre 11 y 20, pero 28% confiesa que no los aprovecha todos.
Para distribuir sus días, Mavi aprovecha puentes vacacionales y fines de semana. También hay para quienes el tiempo no es un impedimento, como en el caso de Ricardo Carrillo, un joven de 27 años que en el último año se ha dado el gusto de realizar 11 viajes, cada uno con un promedio de 10 días.
“Aprovecho las temporadas bajas de trabajo o cuando es más barato y puedo acomodar los días”, cuenta Ricardo, quien labora en una empresa de publicidad.
Cuando por fin llegan las vacaciones hay quienes se enfrentan al problema de desconectarse por completo de la oficina y actividades laborales. Según la encuesta, 29% de los entrevistados revisa su correo electrónico al menos una vez al día.
“Soy workaholic, debo estar pendiente de que todo vaya marchando como lo previne. Checo el mail y mando mensajes”, platica Pamela Ruiz, una comunicóloga chilanga a la que le cuesta hacer a un lado el trabajo durante las vacaciones.
A pesar de las complicaciones, tomarse un momento para descansar es importante para el bienestar personal, aseguró 68% de los encuestados, mientras que 50% opinó que es una buena forma de sentirse conectado con la familia y amigos.
(KAREN ANDRADE| MÁS POR MÁS)