En el DF, 6 de cada 10 accidentes donde hay automóviles involucrados son de los denominados choques lamineros, es decir donde los daños no pasan de un rozón, un espejo roto o una pequeña abolladura.
Fácil y rápido
Desde 2008 este procedimiento se agilizó evitando que los conductores fueran a parar al Ministerio Público, lo que redujo el proceso que podía tardar meses o años, a unas cuantas horas.
Los involucrados son trasladados al Juez Cívico por un agente de tránsito y los vehículos son remitidos al corralón, una vez ahí peritos capacitados realizan la investigación correspondiente para que en menos de 4 horas determinen quién fue el culpable.
Asimismo establecen un monto a pagar al agraviado, pero en caso de que el responsable no acepte, su auto quedará embargado y se le impondrá una multa equivalente al daño.
Es importante mencionar que en esta situación el conductor es eximido de su deuda.
Cárcel por huir
No falta quien pretenda huir sin lograr un acuerdo, sin embargo este podría ser el peor error para un conductor, ya que la sanción por evadir esta responsabilidad es de 1 a 3 años de prisión.
(KAREN ANDRADE| MÁS POR MÁS|)