El precio del suelo y de los servicios en la llamada ‘zona de hospitales’ en Tlalpan aumentará con la habilitación de la Ciudad de la Salud, por lo que la población de la zona podría abandonar el lugar, consideraron expertos en urbanismo.
“Lo que sucede es que los precios y los servicios aumentan de valor, pagan más en predial, en luz, agua, etc., pero no ganan más dinero. El que no pueda sostener esos gastos vende y se va a vivir a una zona que sí pueda pagar”, dijo Alberto Margules, experto en movilidad.
MÁSPORMÁS publicó este lunes que el Gobierno del Distrito Federal busca habilitar en Tlalpan la primera de cinco Zonas de Desarrollo Económico (Zodes) para concentrar en ese lugar toda la oferta de salud de la capital, según el Plan Maestro (PM) de la Ciudad de la Salud, del cual este diario posee una copia.
El proyecto contempla nueva infraestructura vial y de transporte, como eliminar camiones y microbuses para dar paso a un Metrobús en Calzada de Tlalpan, habilitar un Teleférico, crear dos Centros de Transferencia Modal (Cetram), instalar parquímetros, construir dos deprimidos e impulsar el uso de la bicicleta.
Margules añadió que aunque hay colonias que no sean de altos recursos, el valor de la tierra de sus propiedades se incrementa 15% cuando hay obras que mejoran el entorno, como las que contempla la Zode de la Ciudad de la Salud.
Los especialistas consultados por este diario coincidieron en que la falta de normatividad en materia de construcciones y la ausencia de un mecanismo que evite que el precio del suelo se incremente ocasionará que los habitantes de Tlalpan tengan que cambiar su domicilio a Tláhuac, Xochimilco o Milpa Alta.
“Esto traería una ciudad extendida de muy baja densidad, que es sumamente costosa para todos y que ambientalmente es malísima, porque implica mayores recorridos”, dijo el geógrafo y urbanista Ignacio Kunz Bolaños.
La tendencia del Distrito Federal ha sido empujar a los habitantes a las periferias desde los años 80 y la Zona de Hospitales no es la excepción.
De acuerdo a los últimos dos censos de población realizados por el INEGI, este perímetro presentó una pérdida poblacional en la última década, pues en el año 2000 había 25 mil 254 habitantes, mientras que en 2010 la población se redujo 4% hasta llegar a los 24 mil 234 habitantes.
Actualmente en el perímetro donde se erigirá esta Zodes hay 7 mil 467 viviendas, la mayoría no sobrepasa los dos niveles de construcción, sin embargo, con los cambios de uso de suelo, que habrá como parte de la primera etapa del proyecto, estas propiedades podrían pasar a tener de cinco hasta 22 niveles de altura, según el Plan Maestro.
La idea de estas modificaciones, explica el documento, es impulsar la redensificación del uso mixto permitiendo una mayor mezcla de usos de suelo para apoyar la consolidación de una ciudad compacta, que crezca hacia arriba y deje de extenderse de manera horizontal.
El urbanista Jorge Montejano Escamilla detalló que la redensificación para la ciudad es necesaria. “Esta ciudad tiene más de 20 millones de habitantes, somos demasiados y no podemos seguir pensando en unifamiliares, tenemos que apretarnos y adecuar el suelo urbano a las nuevas necesidades de la población”, puntualizó.
Sin embargo, advirtió del peligro de la falta de límites: “Vamos a densificar esta zona donde se concentran servicios para determinadas actividades económicas, sí, el problema es hasta dónde. Las autoridades desconocen el límite de la densidad que aguanta el territorio, es por eso que la población no entiende que si ya hay problemas le vayan a meter más presión a la zona”.
El urbanista expuso que los cambios de uso de suelo tratan de acercar los orígenes con los destinos y podrían ampliar las posibilidades de reducir el uso del automóvil, no obstante, una mezcla de suelos no deseada por los habitantes puede generar efectos inversos a los anhelados.
El Plan Maestro también indica que aprobarán la fusión de lotes que permitan que entre más extensión territorial y más pisos podrán levantar los constructores.
Ante este modelo se implementará una figura de “viviendas comodines” en las que el comprador podrá llegar a acuerdos con los propietarios, otorgarle una vivienda provisional en lo que desarrollan un inmueble y al término de la construcción entregarle una propiedad dentro del nuevo edificio, el cual compartirá con otras familias.
Montejano anexó que esto va a generar un efecto de expulsión de la población porque no hay mecanismos para asegurar que tanto el precio del suelo como de los servicios se mantenga. “Proponen viviendas para los trabajadores de la salud, pero los sueldos son bajos y la manutención en la zona será alta. Tenemos una norma 26 parada y no está claro cómo van a asegurar que la vivienda tenga una característica para atender a una población de menores ingresos”, recalcó.
Según Margules, Tlalpan es un caso diferente a las delegaciones del centro de la ciudad, pues aún tiene mucha superficie sin construir. “Lo más probable es que se desplacen a las periferias de la delegación o a otras demarcaciones rurales. Extendiendo así la mancha urbana de la ciudad”.
Además, afirmó, que “la zona es propensa a expulsar población en cuanto haya un valor generalizado en el valor de la tierra y los servicios”, es decir, corre el riesgo de convertirse en una zona cara para vivir.
EN RIESGO
Las razones por las que el suelo en Tlalpan tendría más valor con el proyecto:
*Una nueva línea de Metrobús empezaría a funcionar sobre Calzada de Tlalpan en lugar de los camiones y microbuses de las rutas 1, 38, 69, 70, 73, 75, 111 y RTP.
*Instalación de dos Centros de Transferencia Modal (Cetram), uno en Huipulco y el segundo en Caminero, del cual saldría un Teleférico, que conectaría las partes altas de Tlalpan.
*Instalación de parquímetros.
*Serán construidos dos deprimidos, uno en Renato Leduc, con estacionamiento subterráneo privado, propiedad de Médica Sur, y otro en San Fernando, que podría finalmente no concretarse.
*Establecimiento de calles completas con prioridad peatonal e incentivar el uso de la bicicleta mediante la instalación del programa Ecobici.