El próximo 7 de junio será la primera vez que el partido Movimiento Regeneración Nacional (Morena) aparezca en las boletas electorales y, si logra votos suficientes, cambiaría la forma en que se ha gobernado la Ciudad de México en los últimos años, de acuerdo con especialistas.
“Es la primera vez que un partido de nueva creación no sólo va a rebasar los requisitos para obtener el registro, sino que se instala como una fuerza política de importancia a nivel nacional, pero sobre todo a nivel local (…), lo cual altera completamente todo el mapa político del DF”, dice Ignacio Marván Laborde, economista y profesor investigador de la división de estudios políticos del Centro de Investigación y Docencia Económica (CIDE).
El próximo domingo se elegirá a los 16 delegados y se renovará la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF), el órgano legislativo que aprueba todas las reformas a leyes y reglamentos en la ciudad.
Actualmente, el PRD gobierna en 14 de las 16 delegaciones y tiene 34 de las 66 curules en la ALDF.
Este panorama cambiaría si los candidatos de Morena ganan alguna delegación u obtienen curules en la ALDF, mediante mayoría relativa (que sus candidatos ganen el puesto en la elección) o representación proporcional (que obtengan el puesto por la proporción de votos que obtenga el partido en general).
De acuerdo con encuestas realizadas por Votia Sistemas de Información, y publicadas por máspormás, en las últimas semanas, los candidatos de Morena a jefes delegacionales están entre las primeras cinco preferencias del electorado. En Cuauhtémoc, incluso, van a la cabeza.
“Es un buen momento para Morena porque aparece en unas elecciones intermedias en las que el partido en el gobierno empieza a perder credibilidad y en las que el PAN no logra recuperarse en el DF”, dice Sergio Bárcena, académico del departamento de estudios jurídicos y sociales del Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM), campus Ciudad de México.
“El porcentaje de asambleístas que presumiblemente tendrá Morena hace ver que el PRD perdió la mayoría absoluta en la ciudad, que perdió el predominio que tenía, por lo menos, desde 2003”, dice Marván.
La posibilidad de que el PRD no logre una mayoría, por ejemplo, en la Asamblea Legislativa, es un escenario que, incluso, tiene previsto el mismo partido.
“Nosotros hoy tenemos una alianza electoral con algunos partidos y podemos generar alianzas amplias para poder darle gobernabilidad a cualquier órgano en la Ciudad de México (…); no estamos seguros de obtener la mayoría, pero también es cierto que es una elección intermedia y que tiene características que obligan a hacer cada vez más y más política”, dice Raúl Flores, líder del PRD en el DF.
Martí Batres, presidente del Comité Ejecutivo Nacional de Morena, considera que el reacomodo será positivo.
“Eso va a cambiar los equilibrios, naturalmente. Ya no va a ser la misma composición, Morena va a tener un peso específico en el congreso local”, dice.
TIEMPO DE NEGOCIAR
Los especialistas coinciden en que un reacomodo de fuerzas políticas en la ciudad y la posible ausencia de una mayoría absoluta (la mitad de los diputados más uno) del PRD en la ALDF obligarían a que hubiera una mayor negociación entre los distintos actores políticos como el Jefe de Gobierno y los asambleístas.
“Lo más probable, en términos ideológicos, es que (el PRD) negocie con Morena. Aunque podríamos empezar a ver un PRD que empezara a negociar iniciativas o programas con otras fuerzas, por ejemplo, el PRI —dice Bárcena—. Creo que Morena va a jugar un rol de oposición al partido en el Gobierno en el Distrito Federal y, en ese sentido, le va a encarecer mucho el precio de las reformas que quieran sacar en el DF”.
Los proyectos que impulse el Jefe de Gobierno, explica Marván, no podrán salir sin que se forme una mayoría de dos partidos e, incluso, podría darse el caso en que se forme una mayoría en su contra.
Según Ignacio Marván, esto obligaría al Jefe de Gobierno a vetar leyes y entrar en un “estira y afloja” legislativo, principalmente en el terreno de la aprobación del presupuesto para la administración capitalina.
“Ahí es donde el veto es mucho más complicado. Y para que se pueda aprobar el presupuesto y la ley de ingresos, es decir los impuestos que van a pagar los capitalinos, tendrá que haber negociaciones, digamos, mucho más reales, que no dependerán de la mayoría de un solo partido”, dice.
Otro de los aspectos que se verían fortalecidos con un nuevo reacomodo de fuerzas políticas, explican los especialistas, sería la transparencia y la rendición de cuentas, particularmente en la ALDF, que tiene la facultad de llamar a comparecer a funcionarios públicos para que rindan cuentas.
“Creo que esa es una de las estrategias de Morena: aparte de promover leyes, mantenerse siempre con una vigilancia continua sobre el gobierno local”, dice Bárcena.
“Una mayor vigilancia sobre eso podría redondear en una mejor calidad en las políticas públicas de la ciudad”, coincide Marván Laborde.
NO ES LA PRIMERA VEZ
En un par de ocasiones más el prd no tuvo la mayoría en la Asamblea Legislativa del DF.
*Si el PRD pierde la mayoría en la Asamblea Legislativa del DF no sería la primera vez que esto ocurra. De las seis legislaturas que tienen la Asamblea, en cuatro de ellas el PRD tuvo una mayoría absoluta, pero en dos ocasiones —en el año 2000 y en 2009— la distribución de fuerzas fue más equilibrada.
*En cuanto a las delegaciones, tampoco sería la primera vez que el PRD gobierna menor cantidad. En el año 2000 sólo ganó nueve de las 16 delegaciones; las siete restantes las ganó el PAN.
VENTAJOSO PARA MORENA
Según los especialistas, el que Morena haga su debut en unas elecciones intermedias les favorece a futuro.
*“Creo que la presencia que tenga en la ALDF, a partir de la construcción de nuevos programas y de leyes que empiece a promover Morena, va a tener argumentos de campaña para 2018, que es algo de lo que ahora carecen”, dice Bárcena.
*“En la Ciudad de México la competencia es más fuerte y en la medida en que Morena tenga un peso importante, esa competencia va a estar vinculada a exigencias de la gente”, dice Marván.
(Iván Ramírez Villatoro)