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¿Cómo lidiar con el tráfico enfermizo?

Por: Redacción
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Ya sea conduciendo o en el transporte público, el tiempo que pasamos “atoradxs” tiene repercusiones en la salud

Por Eduardo Alavez*

Quienes vivimos en la CDMX perdemos 152 horas al año en el tráfico. Esto equivale a seis días y ocho horas atrapadxs entre autos, según el índice de TomTom Traffic, que coloca a la capital en el puesto 13 a nivel mundial en cuanto a congestionamiento vehicular. ¿Te imaginas qué podrías hacer con ese tiempo? Lo que sí haces es enfermarte.

Las largas horas en el tráfico no sólo afectan tu salud física, sino también mental. El estrés, la ansiedad y trastornos de sueño son algunos de los problemas que puede causar el tráfico. “Por la mañana yo me levanto, no me dan ganas de ir a trabajar”, canta Panteón Rococó en su canción “La Carencia”. Y a quién le dan ganas de saber que le tomará de una hora a dos para llegar al trabajo.

André conoce bien esa realidad: todos los días, conduce dos horas y media para llegar a su oficina; una vez, recuerda, se quedó dormido en medio del tráfico y chocó.

El tráfico es uno de los males de las grandes ciudades. Un problema que no sólo afecta a lxs automovilistas, sino también a quienes se trasladan en transporte público. Seguro que alguna vez has tenido que esperar varias horas dentro del camión por una manifestación, un accidente o simplemente las irremediables “horas pico” de cada día. Esta pesadilla diurna roba tiempo, energía y salud a millones de personas.

Daños emocionales

La psicóloga Eréndira Orozco Zagal, del Hospital de Psiquiatría “Héctor H. Tovar Acosta”, advierte que puede generar enfermedades psicosomáticas como:

• Bruxismo (rechinar de dientes)

• Enfermedades gastrointestinales (colitis nerviosa, gastritis)

• Dolores de cabeza tensionales

• Alteración del sueño

• Irritabilidad y enojo

El tráfico “descompone” a las personas

Los embotellamientos no solo dañan nuestros vehículos, también afectan nuestra salud. Pasar horas encerradxs en el auto puede causar estragos en nuestro bienestar físico y mental. Andrea Vivas, médica del Hospital General Ajusco Medio, explica que el principal problema es el estrés. Este enemigo silencioso puede derivar en enfermedades cardiovasculares, metabólicas y hormonales.

“Cuando el cortisol (la hormona del estrés) se mantiene en niveles altos durante tiempo prolongado, puede ocasionar irritabilidad, dolor de cabeza, palpitaciones, aumento de la presión arterial; lo que en pacientes sanxs es peligroso y en pacientes con problemas cardiacos puede resultar fatal”, alertó. El estrés del tráfico también puede afectar nuestra vida sexual.

Los hombres pueden experimentar disfunción eréctil o disminución del deseo sexual, mientras que las mujeres pueden sufrir alteraciones en sus ciclos menstruales debido a la producción de hormonas.

“Hay que entender que el tráfico está completamente fuera de nuestro control. Si alguien hace una marcha, no depende de mí y se va a hacer tráfico. Si alguien tiene un accidente, tampoco depende de mí y se va a hacer tráfico”, dice la psicóloga Eréndira Orozco.

“El estrés es súper necesario para nuestras vidas porque nos obliga a elaborar herramientas para solucionar distintas situaciones. Es un estado de defensa y nos permite adaptarnos a situaciones nuevas, pero cuando el estrés se rebasa generará un montón de malestares”, concluye.

¿Cuál es la solución?

A menos de que a nuestra carcacha le salgan alas para evitar el tránsito lento de la CDMX, la psicóloga apunta algunos consejos para sobrellevarlo:

• Acepta tu destino. Reconocer que no puedes controlar el tráfico te libera de la frustración.

• Crea un ambiente relajante. Música, podcasts, aromas o charlas con amigxs pueden ayudarte a mantener la calma.

• Evita pensamientos negativos. Enfócate en el presente y en cosas positivas.

• Identifica tus reacciones. ¿Cómo te afecta el estrés? Trabaja en respuestas más asertivas.

La especialista recomienda buscar ayuda profesional si sientes que el estrés te supera. No te conviertas en víctima del tráfico. Toma el control de tu salud mental y disfruta del viaje.

*Texto adaptado para + Chilango