“Desde la mañana del lunes 7 de octubre hemos sufrido una situación de terror que de virtual tiene bien poco. Lo que ocurrió durante las siguientes treinta horas desde que fuimos secuestrados fue una experiencia en donde las amenazas de muerte eran absolutamente reales debido fundamentalmente a la manipulación psicológica de la que son capaces los captores, auténticos profesionales del secuestro. Gracias al fantástico trabajo de la Policía Nacional, Ertzantza, Interpol y Policía Federal en México fuimos rescatados en la tarde del martes por policía armada de nuestro lugar de arresto.
Tenemos que exculpar a este maravilloso país que es México y que tan bien nos ha tratado siempre, podría habernos sucedido en cualquier lugar del mundo. Esperamos que nuestra situación llame la atención sobre este tipo de abusos para que ninguna otra persona pueda convertirse en víctima en el futuro.
Ha sido una experiencia muy difícil para nosotros, nuestras familias, todos aquellos que se sienten cercanos y no queremos comentar nada por el momento, os pedimos que respetéis nuestra privacidad para poder retomar nuestras vidas lo más normalmente posible.
Gracias a todos.”