Yolotzin Flores es la representante de Xocolatl, una cooperativa familiar que se dedica a la producción de calaveritas de chocolate y otras figuras, con el apoyo del gobierno de la CDMX
Xocolatl Artesanal Xochimilco es una de las cientos de cooperativas creadas en años recientes con apoyo del gobierno de la Ciudad de México, a raíz de la crisis económica generada por la pandemia de Covid-19. Yolotzin Cecilia Flores Zavala, representante legal de la cooperativa, cuenta a +Chilango que su emprendimiento nació hace 14 años en el seno familiar, cuando con ayuda de su hermana elaboraba calaveritas con sucedáneos de chocolate.
Con el tiempo y la experiencia, su empresa produce ahora chocolates de alta calidad, que se distinguen por sus formas divertidas y tradicionales; en estas fechas, por ejemplo, se dedica a la producción de figuras relacionadas con el Día de Muertos, mismas que pueden ser colocadas en los altares tradicionales, a semejanza de las calaveritas de azúcar, y que comercializa en espacios públicos y por internet.
Antes de constituirse como cooperativa, Yolotzin acudió a certificarse como artesana ante las autoridades. Fue ahí en donde personal de la Secretaría del Trabajo y Fomento al Empleo se acercaron a ella para comentarle que su negocio podía convertirse en algo más, y con ello acceder a ciertos apoyos; en su caso se trató del subprograma Creación de Empresas Sociales, que busca fomentar la constitución legal mediante un apoyo económico directo e indirecto total, por hasta 80 mil pesos.
“Justo hace un año nos dieron el recurso del programa de la Ciudad de México. Al constituirnos, nos dieron un apoyo inicial y este lo ocupamos para materia prima y dos refinadores para producir nuestro chocolate. Ya con el refinador podemos hacer lo que se llama cobertura. Nosotros tenemos algo muy padre aquí y es que queremos mostrar a nuestra gente que no solo hay una manera de conseguir el chocolate real”, explica.
Para lograrlo, ella y su familia recibieron una capacitación e información para constituirse; no obstante, antes de la pandemia Yolotzin acudió a un curso impartido por ONU Mujeres México: “Allí me di cuenta que tenía ya bastantes puntos o palomitas, entonces eso fue un motivador para seguir y en este curso justo nos enseñan lo que es una cooperativa y nos dan las bases para llenar la solicitud que te dan para constituirse como cooperativa, el objeto social y todo lo demás. Prácticamente cuando nos dieron las solicitudes de cooperativas pues ya teníamos todo, nada más faltaba llenarlo”.
Calaveritas
Yolitzin relata que su familia siempre se ha dedicado a la venta de flores de chocolate, fue ahí en donde a ella y a su hermana les nació el interés por elaborar las calaveritas. “Iniciamos en el 2009, en el Día de Muertos ofertamos las calaveritas en el Mercado de Jamaica. Ahorita, ya utilizando nuestro propio chocolate, tenemos 23 modelos distintos de calaveritas, las digamos tradicionales, con tonos en colores, adornos en la cabeza. Otras ya son tipo Halloween, las hay como momias, piratas o con los ojos huecos”.
Al principio, dice, fue difícil porque ella y su hermana se dedicaban al negocio al mismo tiempo que iban a la universidad, por lo que era una actividad que exclusivamente hacían para el Día de Muertos. Conforme fueron creciendo, se hicieron de más moldes y tuvieron más ideas, comenzaron a vender en otras épocas del año.
“Ya para justo el año de pandemia, cuando tomé el curso, nos hacía falta incursionar un poco en el mercado de niños. Teníamos ya nuestra página, pero no sabíamos utilizar bien nuestras redes sociales. Y aprovechando lo que aprendí en el curso, pues nos fuimos a la práctica. Cuando se elevaron más nuestras ventas fue en la pandemia, porque empezamos a hacer envíos a domicilio. Nunca nos imaginamos que pues fuera a crecer tan rápido y de la nada”.
Fuente de empleo
A raíz del crecimiento de la cooperativa, Xocolatl ahora también se ha convertido en fuente de empleo para otras personas; más allá de sus cinco integrantes, cuentan con el apoyo de cuatro personas más para las diversas labores de producción y comercialización, quienes en su mayoría son jóvenes estudiantes. Además, cuentan con 10 distribuidores independientes repartidos por la Ciudad de México e incluso el país, quienes pueden comprar por catálogo, con precios preferentes, y vender los productos oficiales de la empresa.
“Ahora ya tenemos un plan para distribuidores, en el que podemos hacer los productos por volumen. Así nos evitamos o nos ahorramos un poco de este proceso de tener un local público, que tengamos que rentar algún espacio, y le damos la oportunidad a otras personas. Que, no sé, si tú en tu oficina quieres vender algo extra, pues nosotros te damos un catálogo y puedes comprar a otro precio”.