La empresa encargada de la restauración de “El Caballito” de Tolsá, instalado a las afueras del Museo Nacional de Arte, usó ácido nítrico con una concentración de 60%, lo que ocasionó daños en el bronce y como resultado se ve una superficie heterogénea:
1.- Zonas doradas brillantes y mates que corresponden a bronce decapado:
2.- Zonas rosa salmón, que corresponden al bronce que perdió la aleación, y sólo tiene cobre en la superficie:
3.- Zonas rojo tornasol, que corresponden a la oxidación del bronce causado por el uso del ácido nítrico:
4.- Zonas verde pulverulento, correspondientes a productos de corrosión (nitratos de cobre solubles):
5.- Zonas con restos de la pátina oscura original:
6.- Zonas con restos de capa de protección con suciedad y hollín:
7.- El uso de cerdas de metal provocó la abrasión de la superficie:
8: El andamio de metal colocado por la empresa fue amarrado a las patas del caballo e incluso se apoyó directamente en la escultura lo que generó daños como manchas de corrosión por la fricción con el metal:
9.- El del ácido nítrico, productos de corrosión y metal en disolución a lo largo del paño del cuerpo medio, en acumulaciones en las molduras y en la plataforma, produjeron un serio manchado de la piedra. El ácido penetró en el cemento, lo cual favorece a la filtración de humedad:
10.- En la placa de mármol se encontraron manchas de color amarillo-ocre, como resultado de la disolución del hierro de los andamios. Además de otras color verde por el escurrimiento del ácido: