Fotografía: cortesía. Texto por Katya López Cedillo
En la CDMX existen más de 3 mil 500 intersecciones con semáforos para agilizar el paso vehicular.
El pulso de la Ciudad de México se rige al ritmo de tres luces. La vida fluye por sus “arterias”, vialidades que conectan los destinos capitalinos del sur al norte, del este al oeste entre ejes viales, calzadas, avenidas o calles. Un vaivén que se regula por el tintineante ritmo de tres luces: el verde, amarillo y rojo de los semáforos.
En la capital existe una red de más de 3 mil 600 intersecciones semaforizadas que día y noche le dan el ritmo vial a sus asfaltos. Estas intersecciones funcionan con dos distintos subsistemas: el centralizado y el aislado, según explica el Director General de Ingeniería de Tránsito de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México, ingeniero Paulino Ismael Herrera. “Tenemos aproximadamente mil 400 intersecciones que se controlan con el sistema centralizado que, a través de una red de comunicaciones, nos permite tener contacto y detectar posibles fallas en cualquiera de estas intersecciones”, comenta.
La red está constantemente monitoreada y es usual que su programación cambie varias veces al día según la afluencia de tráfico en ciertas zonas, ya que el tránsito en la CDMX es pendular: en unas horas se presenta en una dirección y en otras horas en sentido opuesto, donde un factor relevante también es el horario, ya sea matutino o vespertino. La programación de los semáforos está diseñada para obtener los mejores resultados, de acuerdo a las condiciones de tránsito que históricamente se tienen contempladas.
EN EL MERO CENTRO
Las zonas céntricas de la capital cuentan con una mayor cantidad de intersecciones semaforizadas, ya que conforme nos alejamos de esta área, gradualmente disminuye la densidad vehicular y a su vez, la cantidad de semáforos necesarios. Toda esta concentración de semáforos está bajo perpetua vigilancia: 220 cámaras en operación permiten cuidar el tránsito y sus condiciones en el día, y con base en ello, se realizan ajustes de programación semafórica cuando, por ejemplo, se presentan manifestaciones o bloqueos.
*Texto adaptado para Máspormás
