De centros de reclusión a preservación: el giro de los zoológicos chilangos

Por: Mario Rojas

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Con nuevas reformas, el Congreso de la CDMX apuesta por dejar atrás el entretenimiento de las personas y priorizar la preservación de las especies animales

La reciente reforma a la Ley de Protección a los Animales de la Ciudad de México, en el Congreso de la capital, tiene como idea central transformar los zoológicos para que dejen de ser un centro de reclusión de animales, cuyo único fin es el entretenimiento de las personas, y volverlos centros de conservación para priorizar aquellas especies en peligro de extinción.

En entrevista para + Chilango, la diputada local independiente Ana Villagrán explica:

“A nivel nacional los zoológicos priorizan tener especies animales para que los niños y sus familias vayan a pasar un rato y se diviertan, pero no se concentran en que cumplan, de entrada, con las características físico biológicas para que los animales tengan una estancia adecuada y mucho menos para lograr una sana reproducción dentro de un ambiente de reclusión. Hoy, a nivel nacional, esa función ni se cumple, ni se procura. En cambio, en la Ciudad de México tenemos tres zoológicos: el de Chapultepec ya tiene esa visión, pero el de Aragón y el de Los Coyotes aún no, por lo que debemos replicarla y después volvernos un ejemplo en todo el país”.

La diputada, que se ha distinguido por defender la causa animalista, se declara optimista: “Como animalista te comparto que ojalá en un futuro cercano, a mediano o largo plazo, ya no existan los zoológicos como los entendemos hoy y todos sean como Africam Zafari”. La diferencia, explica, es cómo se tienen y cómo se ocupan los animales en los zoológicos con el enfoque anterior:

“Simplemente se les tiene ahí, se les da algo de alimento, pero no se procura la conservación de la especie y, mucho menos, su bienestar, algo que los animalistas buscamos muchísimo”. Pone como ejemplo el caso de la elefanta Eli:

“Es una circunstancia que genera mucha polémica; hay quienes la quieren sacar del zoológico de Aragón porque presumen que ella está mal, pero quienes hemos visto cómo vive y cómo ha evolucionado desde que llegó hasta hoy, vemos la diferencia. Se le ha atendido con una visión de bienestar animal y de conservación. Ella ya está grande para reproducirse, pero se incluyeron dos elefantas que también necesitaban una manada y ahora son tres elefantas africanas que viven en condiciones muchísimo mejores que las que tenían hace cinco años”.

Tarea de Estado

Para Ana Villagrán, el tema del bienestar animal es una tarea de Estado, por lo que considera que en la escuela se debería educar a las infancias para que respeten a todos los seres vivos. “Desde la educación inicial debería existir una materia que les enseñara a los niños el respeto por la vida en el más amplio sentido. Desde el kínder, la primaria, la secundaria y un refuerzo en la preparatoria, debería haber una asignatura con enfoque animalista en el que se les considere seres vivos que merecen respeto y las autoridades deben velar por su salvaguarda”.

Precisa que no sólo en las escuelas, sino también en las familias debe procurarse este respeto por los animales: “Un hogar donde el niño crece viendo que el papá patea al perro o lo dejan en la azotea, no le dan de comer, lo reproducen para vender sus cachorros o lo abandonan en el parque, es decir, donde existe el maltrato, es un hogar donde los niños crecen con un patrón de comportamiento que pueden replicar en la sociedad”.

Sobre la iniciativa presidencial para la protección de la vida animal, señala: “En el paquete de reformas que presentó el presidente, incluye una reforma al artículo cuarto constitucional para que, tal y como ya sucede en la Constitución de la Ciudad de México, los animales sean considerados seres sintientes. El mandatario Andrés Manuel López Obrador quiere cerrar su sexenio con una iniciativa que de aprobarse daría un brinco de años galácticos a este tema en el ámbito federal, porque entonces ya podríamos exigir una ley general de bienestar animal desde el reconocimiento constitucional de que los animales no son objetos, sino seres sintientes”.

La legisladora también considera que el tema del bienestar animal gana adeptos conforme pasa el tiempo. “Cada día hay más políticos aliados de esta causa, desde hace mucho tiempo se lucra con él para obtener votos, pero pocos lo tenemos como una causa no sólo de vida, sino de ejecución de políticas públicas, y en esta legislatura logramos por primera vez la creación de una comisión para el bienestar animal”.

En lo personal, concluye Ana Villagrán, “la causa animalista es una condición de vida, es un tema de ser humano, es decir, eres más humano cuando rescatas un ser animal, cuando eres consciente del dolor de un ser vivo que no eres tú, cuando ayudas a otros animalistas a lograr el rescate, cuando empujas cambios en las leyes para que todos vivamos en paz. Esta es una agenda muy noble para la ciudad, para el país, y quienes hemos dado la lucha, insistiremos en aumentar este tema para bien”.