La diabetes, las enfermedades cardiovasculares y las afectaciones respiratorias son el “top tres” de las causas de muerte del Distrito Federal; El DF es el estado con el menor registro de minutos de ejercicio vigoroso a la semana (con 121 minutos). La diferencia con la media nacional es de 50 minutos.
Así lo explica Jaime Mas-Oliva, investigador del Instituto de Fisiología Celular de la Universidad Nacional Autónoma de México, quien ha hecho estudios sobre cómo las condiciones de la ciudad afectan, pero también una carga genética de la raza mestiza, la cual es más propensa a caer en dichos padecimientos.
“Esas enfermedades no sólo son propias del DF, sino de cualquier megaciudad del país, de Latinoamérica y de varias del mundo, las debemos, principalmente, a un desbalance en el estilo de vida”, explica Mas-Oliva.
TRES MALES
Cada una de las causas de muerte tiene su explicación en la rutina del capitalino promedio y, aunque de algo nos tenemos que morir, ahora son indicadores para saber qué podemos cambiar, no por no burlar la muerte, sino por llevar una mejor calidad de vida y evitar que se gasten millones de pesos en tratarlas.
El investigador desglosó cada una:
La Diabetes tiene que ver lo que comemos y por la forma en que lo hacemos, es muy distinto cómo se alimenta un capitalino a un mexicano que vive en pueblos o ciudades pequeñas. Aquí predomina la comida procesada, rica en grasa, azúcares y harinas refinadas, esto no sucedía en la ingesta del México antiguo, donde se comía más fibra, vegetales y proteínas orgánicas. Con esto existe un desbalance en el equilibrio alimenticio.
Las enfermedades cardiovasculares están muy relacionadas con los altos niveles de estrés que sufre la población del DF. Por ejemplo, gastar cuatro horas diarias en coche o en transporte público obliga a restar tiempo a otras actividades y acelerar el ritmo de vida, lo que no ocurre en poblaciones pequeñas. Los males del corazón también se ligan a la alimentación desequilibrada.
Las afectaciones respiratorias obedecen a que estamos dentro de una olla de contaminación que nos oxida poco a poco y nos desgasta los órganos, principalmente los pulmones. Aquí no solo tienen que ver las condiciones de la mala calidad del aire sino la propia geografía del DF.
CULPA GENÉTICA
“En el instituto hemos hecho estudios sobre las ciudades en vías de desarrollo de Latinoamérica, de cómo se liga la alimentación y los genes, y existe una posibilidad de que la raza mestiza sea más propensa a sufrir las enfermedades cardiovasculares por esta relación”, expone Mas-Oliva.
Entonces, además del estilo de vida acelerado, la alimentación desbalanceada y la contaminación, los chilangos nos morimos por un “defecto de nacimiento”.
Lo mismo ocurre en otros países, explica el investigador: “En Japón hay muchas muertes por cáncer de estómago que se ha ligado al consumo de alimentos ahumados; uno más sería la gente que vive en los países nórdicos, donde el frío y la falta de luz provoca alteraciones mentales y depresiones y alta tasa de suicidios”.
CERTIDUMBRE
Morir es la única certeza de la vida, entonces, lo único que resta ante ello es llegar en el mejor estado, por esta razón Jaime Mas-Oliva recomida tomar conciencia sobre cómo nos alimentamos y transitamos el día en la ciudad.
Es necesario bajar el consumo de harinas, azúcares y grasas saturadas en las comidas, tener una alimentación más natural, equilibrada, metódica y pausada. Se tiene que desacelerar el estilo de vida, tratar de hacer más ligeros los trayectos tormentosos al trabajo. La contaminación ambiental también se puede reducir si usamos menos el auto. “Es simplemente tratar de volver un poco a las raíces”, concluye.
UN DÍA DE MUERTOS EN EL DF
Aquí te presentamos en promedio de las causas de la media de 150 muertes diarias entre los capitalinos
DE QUÉ SÍ Y DE QUÉ NO
En esta gráfica te presentamos de lo que menos nos morimos (izquierda) y de lo que más nos morimos (derecha). Comparamos el indicador en la media nacional y el estado de Chiapas
(CRISTINA SALMERÓN)