Fotografía cortesía
El ayuno intermitente se ha convertido en un método popular para perder peso en la sociedad actual. Consiste en períodos de tiempo en los que se deja de comer con el objetivo de quemar las reservas de grasa almacenadas en el cuerpo. Si bien puede conducir a una rápida reducción de peso, surge la pregunta sobre la recomendación de esta práctica.
El ayuno intermitente no es adecuado para todas las personas, ya que privar al cuerpo de alimento durante períodos prolongados puede tener efectos adversos para la salud. Estos efectos pueden incluir mareos, desorientación, falta de energía, desmayos y, en casos más graves, desequilibrios nutricionales. Por lo tanto, es fundamental realizarlo bajo la supervisión y evaluación de especialistas en nutrición clínica.
Hasta ahora, se han demostrado beneficios a corto plazo del ayuno intermitente relacionados con la reducción de los niveles de azúcar en la sangre. Esto se debe a la disminución de la resistencia a la insulina, una condición en la cual las células del cuerpo no responden adecuadamente a esta hormona que ayuda a absorber la glucosa y utilizarla como fuente de energía.
La resistencia a la insulina, si no se controla, puede conducir a la diabetes mellitus tipo 2, ya que la glucosa se acumula en el torrente sanguíneo y causa daños en el organismo. En su mayoría, esta energía adicional se almacena como grasa, lo que favorece el aumento de peso.
Sin embargo, el ayuno intermitente no es la única forma de controlar la resistencia a la insulina ni de perder peso. A pesar de su popularidad, no es necesariamente el método más eficaz. Estudios recientes resaltan los beneficios de llevar un estilo de vida saludable, que incluye una buena alimentación y ejercicio, en lugar de depender únicamente del ayuno prolongado y las dietas cetogénicas (bajas en carbohidratos y altas en grasas).
Las estrategias para bajar de peso pueden tener efectos diferentes en cada persona. El ayuno intermitente puede ser exitoso para algunos individuos, mientras que para otros puede tener efectos devastadores en su salud. Por lo tanto, es esencial que los profesionales de la salud evalúen cada caso de manera individual y recomienden un plan de alimentación adecuado, teniendo en cuenta las condiciones, gustos y preferencias de cada persona. Es importante recordar que el objetivo principal debe ser mantener una buena salud.
Con información de la Dra. Elvira Sandoval Bosch, Académica y Coordinadora de la Licenciatura en Ciencia de la Nutrición Humana, Facultad de Medicina de la UNAM.
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