19 de junio 2024
Por: Redacción

Descubre La Ciudadela de libros viejos

Junto a la Biblioteca de México un grupo de libreros se mantiene en resistencia contra la afirmación de que “lxs mexicanxs no leen”

Junto a la Biblioteca de México un grupo de libreros se mantiene en resistencia contra la afirmación de que “lxs mexicanxs no leen”

Por Edgar Segura*

Ante la frase, los libros que se asoman de los muebles son una réplica incontestable: leer es un placer que nunca termina. “He leído bastante desde chico, pero hay muchísimo que leer. Yo creo que, de todo lo que tengo aquí, he leído solo una cuarta parte”, cuenta Ricardo Ramírez Cuevas, de 65 años. El pasillo ubicado entre la Biblioteca de México y los jardines de la Ciudadela alberga 38 puestos que, además de libros, ofrecen pedazos de historia.

Reliquias literarias

Al caminar por el Corredor Cultural Balderas, uno de los primeros puestos en recibir a los visitantes es el de Ricardo. Tiene clásicos como La Ilíada, de Homero, La divina comedia, de Dante Alighieri, o Hamlet, de Shakespeare. Edgar Allan Poe, Bram Stoker, Oscar Wilde, Hermann Hesse, Julio Verne, H. G. Wells y más nombres de autores destacados sobresalen entre los lomos de sus libros. Los hay nuevos desde $30. Pero los más valiosos son los “de viejo”, que pueden costar más de $600.

“Todo depende del estado del libro, del autor”, explica Ricardo. Hay algunos con más de 100 años de antigüedad. También títulos descontinuados o difíciles de conseguir. De allí su alto valor. Así, los libreros de la Ciudadela juegan un rol tan importante como anónimo en la preservación del patrimonio literario.

“La venta está flojona. Desde que empezó la pandemia casi no le han encargado las lecturas a lxs estudiantes y ya todo está en línea”, reconoce. Mientras que para algunxs, los libreros pasan desapercibidos, para otrxs, son la mejor oportunidad de encontrar reliquias literarias. Por ello, don Ricardo se dedica a rescatar libros viejos de tianguis o lugares especializados para clientes que le hacen encargos.

Las 38 minilibrerías de la Ciudadela

En total, la Ciudadela reúne a 38 libreros y libreras. Cada puesto es una minilibrería especializada. Algunos tienen títulos sobre arte, otros sobre literatura o historia. Pero uno de los más peculiares es el de Adamari Amezcua. Desde hace 20 años, esta chef retirada ofrece libros sobre gastronomía mexicana.

Su acervo demuestra que la lectura nos vincula con nuestra cultura y tradiciones. Tiene reliquias como un manuscrito con recetas de 1909 o el libro De cómo cocinaban las abuelas, de 1940, que contiene recetas que pasaron de generación en generación y cuyo legado se mantiene vivo a través del papel: “Tenemos crónica de cocina mexicana, recetarios antiguos, manuscritos de 1905 y un texto de un chef francés de 1888. También tenemos cocina mediterránea, oriental, española, japonesa, árabe”, presume Adamari.

Revivir la Ciudadela

La historia de este espacio cultural se remonta a los años 90. Todo comenzó como un tianguis de libros con puestos ambulantes sobre la calle de Balderas, desde la estación del Metro hasta la Ciudadela. En 2020, las autoridades reubicaron a los libreros en la calle Enrico Martínez bajo el pretexto de una remodelación.

Allí, ocultos de los transeúntes y casi sin ventas, resistieron toda la pandemia. Apenas en abril de 2024 regresaron a la Ciudadela, donde intentan reactivar su economía: “Hay gente que ya nos conoce y además se está empezando a hacer propaganda en las redes. Vamos a hacer algunas presentaciones de libros y eventos junto con la Biblioteca de México y el Mercado de Artesanías de la Ciudadela. Nos vamos a unir para revivir el lugar”, dice don Ricardo.

De estreno

Tras cuatro años, la Asociación Autogestiva de Libreros “Corredor Cultural Balderas, AC” volvió a la Ciudadela. Los libreros cuentan con nuevos módulos techados y estantes que les permiten resguardar su acervo. Además, los libreros piden a las autoridades que se instale iluminación en sus módulos para extender su horario y realizar ventas nocturnas.

Dónde: Plaza de la Ciudadela 4, esquina con Balderas, Centro.


*Texto adaptado para + Chilango

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