Víctor Ariosa es un titiritero tan hábil que puede pintar obras de arte a través de una marioneta de cuerdas
Por Edgar Segura*
En CDMX existe una galería de arte donde las pinturas que se crean y exhiben son obra de un títere. Se trata de la Galería Morionet, que todos los fines de semana se instala en el Jardín del Arte Allende, en Coyoacán. Cada sábado y domingo, este hombrecito de madera reúne a decenas de personas a su alrededor para verlo bailar al ritmo de música setentera.
Morionet deleita a su público con movimientos incluso más fluidos de los que muchos hombres de carne y hueso son capaces de realizar. Pero la verdadera magia ocurre cuando, al ritmo de “Highway to Hell” de ACDC o “September” de Earth, Wind & Fire, la marioneta se acerca hasta el lienzo y comienza a dibujar con un pincel. Conforme la marioneta va sumando trazos, el lienzo se convierte en una obra de arte.
Cubanos enamorados de México: la historia de Víctor Ariosa y Morionet
El artista detrás de Morionet es el titiritero cubano Víctor Ariosa. “Yo no soy pintor”, aclara. Sin embargo, a través de su marioneta es capaz de crear retratos más precisos de los que muchos artistas hacen con sus propias manos.
La historia de estos dos artistas (el de carne y hueso y el de madera) se remonta a su natal Cuba. “Yo hacía títeres para vender y también participaba en funciones de títeres”, recuerda Víctor en entrevista.
En 2018 un amigo retó a Víctor a crear un títere capaz de pintar. Y así nació Morionet. “Al principio era de madera, era completamente minimalista. No tenía ropa, no tenía muchos elementos que hoy en día tiene. Y con el tiempo ha ido transformándose”, cuenta.
En 2023 el artista tuvo la oportunidad de viajar a nuestro país. Y eso terminó por definir la identidad de su arte. “Me enamoré de México y me quedé”, explica.
Esa fascinación de Víctor por México queda plasmada en las obras que pinta Morionet. La artista Frida Kahlo y los personajes de El Chavo del 8 son los más recurrentes en sus pinturas.
“Hago ‘Fridas’ porque Frida Kahlo es un ícono de acá, de Coyoacán. Y los otros personajes, como Don Ramón, los hago porque estoy viendo ahorita El Chavo del 8. No conocía a El Chavo y me han llamado mucho la atención los personajes. Es lo que estoy haciendo ahorita”. El artista cuenta que llega a demorar dos días en crear cada uno de sus cuadros a través de las cuerdas y manos de Morionet.
De titiritero a pintor
Pero lo más impresionante de este titiritero es que es más hábil para pintar a través de Morionet que mediante su propia mano. “Me es muy difícil pintar con la mano, o sea, pintar yo. Tengo que hacerlo a través de ella [la marioneta]. Me es más cómodo.
El problema es que he tenido que aprender a través de la marioneta”, nos cuenta. Sin embargo, para mejorar su performance, ya ha comenzado a tomar clases de pintura. Aún así, recalca que su verdadera pasión son los títeres.
“Yo no soy pintor, yo realmente soy titiritero; me formé en artes escénicas. Y ahorita estoy aprendiendo a pintar. En una academia estoy aprendiendo a dibujar, estoy aprendiendo la teoría de los colores, etc”.
¿Dónde puedes comprar las obras?
Víctor Ariosa y Morionet acuden todos los sábados y domingos al Jardín del Arte Allende, en Coyoacán. De 12:00 a 18:00 horas ofrecen un espectáculo de música y pintura a todos los asistentes que acuden a buscar cuadros, bordados, grabados o esculturas al tianguis artístico que se monta en este sitio.
Como artista que trabaja en el espacio público, Víctor realiza su performance intentando que los transeúntes se animen a dar una cooperación voluntaria. No obstante, los cuadros de Víctor y Morionet también están a la venta.
Pueden adquirirse por precios que van de los $500 a los $1,500 dependiendo el tamaño. Y aunque su autor no se asuma como pintor, se trata de obras que conjuntan dos artes: la pintura y la destreza sin igual de este titiritero.
*Texto adaptado para + Chilango