El mes de julio se despedirá con una Luna azul y si el clima chilango lo permite podrás verla, pero antes de que corras a mirar al cielo, aprende más de este fenómeno aunque te desilusiones un poco.
Se le dice azul, pero es poco probable que la veas de ese color, pues de acuerdo con la NASA, el término se refiere sólo a la segunda Luna llena que ocurre dentro de un mismo mes, pero la verás igual de pálida y blanca que todas las noches.
¿Qué tiene de especial? Pues que pocas veces podrás ver más de una Luna llena en un mismo mes; la última ocurrió en agosto de 2012 y la próxima se verá en 2018.
Que la Luna cambie de color no es algo imposible, puede tornarse azulada por la presencia de partículas de smog o polvo en la atmosfera, por ejemplo durante una erupción volcánica de gran magnitud.
En México, la Luna se vio azul en 1983 después de la erupción del volcán El Chichón.
El uso moderno este término se atribuye a un escritor de la revista Sky and Telescope, quien en 1940 intentó aclarar una definición usada por el Almanaque de Granjeros de Maine.