Tras finalizar la protesta por el segundo año de gobierno de Enrique Peña Nieto, un grupo de personas encapuchadas causó destrozos en diversos comercios sobre avenida Paseo de la Reforma.
Alrededor de las 21:00 horas, un grupo de granaderos tuvo que encapsularlos en las inmediaciones del edificio del Senado de la República, para posteriormente desalojarlos hacia la estación del Metro Hidalgo.
Para evitar enfrentamientos y detenciones, personal de la Comisión de los Derechos Humanos del Distrito Federal, hizo una cadena humana para separar a policías, manifestantes y encapuchados mientras eran conducidos hacia el Metro.
Previo al desalojo, los encapuchados habían causado daños a varias sucursales bancarias, hoteles, oficinas, tiendas de conveniencia, restaurantes y cafeterías sobre Paseo de la Reforma. Incluso, habían lanzado bombas molotov sobre algunas banquetas.
También durante la protesta de la tarde, un grupo de sujetos encapuchados había realizado destrozos en diferentes sucursales bancarias, una en la calle Cinco de Mayo, en el Centro Histórico y, al menos, tres más sobre Paseo de la Reforma.
Más tarde, la Secretaría de Gobierno del Distrito Federal precisó, a través de un boletín, que el grupo de encapuchados causó daños a siete sucursales bancarias y cuatro establecimientos mercantiles. Por los hechos detuvo a tres hombres, quienes fueron presentados ante el Ministerio Público.
Hasta el momento, las autoridades de la Ciudad de México no han informado sobre detenciones por los hechos (con información de Cristina Canacasco, Alfredo Palma, Óscar Santillán y Omar Díaz).
