“DF: ¿decidir juntos?”, por @SalCamarena

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Haga un ejercicio. Cierre los ojos durante 30 segundos. Piense en las cosas que han definido el arranque nuevo gobierno del Distrito Federal. ¿Ya?

Si su respuesta fue algo parecido a: perros asesinos en Iztapalapa, levantón de jóvenes en la Zona Rosa, policía que es agredida y luego agrede buscando no a quien se la hizo sino quien se la pague, polémicas reformas penales en la Asamblea Legislativa, acusaciones diversas a Delegados, más impuestos (el fallido por alumbrado y la ampliación de la tenencia, por ejemplo) y crisis de calidad del aire… Si su lista fue parecida a esta, entonces usted también sufre del síndrome “no entiendo qué se propone Miguel Ángel Mancera con su gobierno”.

Desde el 5 de diciembre, fecha en que Mancera tomó posesión, en la ciudad de México han pasado –por supuesto- más cosas que las enumeradas en el párrafo anterior. Seguro varias buenas, como el desmantelamiento de aserraderos clandestinos y el desalojo de invasores de zona protegidas. Pero el problema es que el no recordar las “cosas buenas” tan rápidamente como las malas que han ocurrido en estos meses, se debe a que no sabemos cuál es el denominador común de las acciones positivas, qué las vertebra, qué las caracteriza, en qué se distinguen de las “cosas buenas” que pasaban antes; en pocas palabras, no está claro el tipo de “experiencia citadina” que este GDF nos quiere proponer y a qué gran “objetivo” debemos apuntar los eventuales aciertos.

Algunos definen al nuevo gobierno como “inercial”. Otros ponderan que a esta administración se le debe dar más tiempo antes de sacar conclusiones. Y nadie necesariamente podría demostrar que la ciudad ha vivido una verdadera regresión en cualquiera de sus características principales.

Mancera eligió como eslogan “Decidiendo juntos”. No sé si fue el más afortunado. Es buena idea promover la democracia, pero cómo vamos a hacer efectiva esa experiencia de decidir juntos. Por ejemplo, ¿fue una decisión conjunta la nueva autopista rápida de peaje en el Oriente? Me parece improcedente que esa autovía aniquile zonas verdes y parques en la zona de Xochimilco, pero no diría que es una autopista innecesaria. Al contrario, y aunque es un tema huevo-gallina, mientras no haya suficiente transporte público de calidad, una nueva vía podría resultar un alivio. ¿Pero cuándo y dónde se decidió de manera conjunta el diseño de la autopista y su impacto?

¿Quién trae la batuta del debate de la ciudad? Cuando Andrés Manuel López Obrador y Marcelo Ebrard gobernaban, muchos de los problemas de entonces eran idénticos o muy parecidos a los actuales. Salvo –que no es cosa menor- los levantones colectivos, ¿qué ha cambiado en la capital?

Creo que la única diferencia real es que hoy a Mancera se le ve a la defensiva, y que no ha logrado imponer una agenda por encima de las contingencias que en una metrópoli son más que cotidianas. Volvemos al principio. ¿Cuál es su agenda?

Sea cual sea, no sé si un lema como “decidiendo juntos” ayude a marcar una experiencia, más cuando para colmo, el espacio que debería ser el foro por excelencia del debate -la Asamblea Legislativa— también luce apagado, sin agenda clara, y con actividad mínima.

¡Anímate y opina!

*Periodista, colaborador de El Pais, columnista en La Razón y sinembargo.mx

(SALVADOR CAMARENA)