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“Y que me corren de su cuarto … seguro van a hacer de sus cochinadotas”, escribió con despecho la pequeña Dominik en su muro de Facebook, sabedora de que sus padres jamás conocerán de su comentario y, por el contrario, con la certeza de que sus más de 600 amigos del “face” se enterarían del momento de amor de sus progenitores.
Para ella lo normal es socializar en redes sociales. Facebook es parte de su vida. Desde ahí mandó mensajes llenos de pasión y dulzura a su primer amor, pero también desde su face nos enteramos de cuando ese amor se terminó y cómo le dolió en lo mas profundo de su corazón. En Facebook Dominik opina, debate, lee y escribe, se entera, organiza… hasta hace negocios y participa en comunidades con sus iguales.
Totalmente distinto a lo sucedido con sus padres, quienes aún le temen a la computadora. El cambio tecnológico que se ha producido en los últimos años ha logrado que la nueva generación de jóvenes tenga mas conocimientos que las anteriores.
Esta desigualdad se acrecentó con el Internet 2.0: es decir, con la era del intercambio de información a través de redes sociales. Y es que hasta hace pocos años la TV dominaba el espectro cultural, informativo e ideológico de los mexicanos; brindando información de manera vertical y generando una actitud pasiva en el receptor.
Ahora los jóvenes ven cada vez menos la TV y se dedican más al Internet.
Se gesta un cambio de enormes proporciones, pero ni los padres de Dominik ni muchos mayores perciben esta nueva forma de organización y pensamiento con la que están creciendo los jóvenes mexicanos -nacidos en los años 80 y 90 del siglo pasado- gracias a las redes sociales.
El desconocimiento de este fenómeno social ha llevado a casos como el sucedido con el movimiento #YoSoy132, cuando un grupo de jóvenes “salidos de quien sabe donde” casi tumban al candidato creado por las poderosas televisoras.
Y es que la participación en redes sigue siendo muy desigual en México. Con 40 millones de usuarios somos la quinta nación en número, pero el 80% está concentrado en jóvenes entre los 13 y 34 años de edad.
Estos jóvenes dirigirán pronto al país. Mientras tanto, observan su transitar de manera distinta al que a los mayores nos toco vivir.
* Arquitecto y fotógrafo, apasionado defeño. Fue rescatista en el 85, dirigente social, líder partidista, Diputado y ex Director del INJUVEDF. Ahora recorre la Ciudad en su bicicleta.
(JAVIER HIDALGO)