La lucha para que en el paraje boscoso El Cedral no se construyan residencias apenas comienza.
Los desarrolladores inmobiliarios marcaron con un punto blanco los árboles de este predio de 40 hectáreas que prevén talar para erigir las casas.
Esto a pesar de que la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) revocó (es decir dejó sin validez) un certificado de uso de suelo emitido el 25 de abril de 2012 en el que se permite construir vivienda de hasta cinco niveles, por haber sido emitido “indebidamente”.
La semana pasada los desarrolladores inmobiliarios propietarios del El Cedral pretendieron hacer valer esta autorización ante la delegación Cuajimalpa.
Ante esto la presión de las asociaciones de colonos se incrementó, por lo que el sábado, encabezados por Juan Carlos García, realizarán una manifestación en el paraje y así garantizar que la Seduvi se mantenga en no entregar un uso de suelo (autorización) para erigir vivienda como se pretende en ese paraje.
Jaime Schlittler, una de los habitantes de Cuajimalpa que mejor conocer el caso de El Cedral, dijo en entrevista con Más por Más que ahora lo que se espera es que los desarrolladores inmobiliarios presionen a la Seduvi para que de nueva cuenta les permitan construir residencias.
“Por eso será importante la presión vecinal”, dijo.
Además de ser un sitio de preservación ecológica El Cedral es importante porque ayuda a la recarga del agua que consumen 22 millones de personas, tanto del Distrito Federal como en el Estado de México.
El predio ha alcanzado un valor estratosférico por varias razones, algunas de las cuales son: se encuentra cerca de Santa Fe y del Desierto de los Leones. Además está justo en el punto donde convergen las casetas y caminos que llegan a Interlomas y Toluca.
El Cedral además se encuentra en terreno comunal. Por lo que vecinos de las comunidades de San Mateo, Santa Rosa, Acopilco, La Venta y Contadero son los que lo defienden.
Los desarrolladores tienen autorizado construir casas de 200 metros cuadrados por cada 5 mil metros cuadrados, lo que a decir de Jaime Schlittler, es poco redituable en términos económicos para ellos.
(Josué Huerta)