Cuando la tarde cede el paso a la noche y los bares, restaurantes y antros del Centro Histórico toman la vida nocturna del primer cuadro de la ciudad, provoca que los lugares de “estacionamiento” en las calles de esta zona se atasquen y los franeleros hagan su aparición.
Calles como 5 de mayo, Allende y su continuación Bolívar, Isabel la Católica, Tacuba, Cuba, Palma y 16 de septiembre concentran el mayor número de establecimientos de diversión para los visitantes, lo que ha originado que los clientes dejen sus vehículos en plena vía pública, cuando este acto no está permitido.
El “Rondín”
Los jueves la vida nocturna en el Centro Histórico del DF toma forma de manera intensa y los comercios se saturan.
Los operativos de seguridad en la zona son constantes, sobre todo para evitar robos a transeúntes, riñas en los locales, venta de armas o de drogas, pero la toma de las calles como estacionamientos no son de importancia para los elementos de la Secretaría de Seguridad Pública capitalina (SSPDF).
“Siempre que vengo al Centro dejo mi coche aquí en Isabel la Católica, como a eso de las 9:00 de la noche llego y me orillo, ahí lo dejo toda la velada y no pasa nada, los policías no me dicen nada, sólo que no tire mi cigarro en la calle”, comentó Alberto.
Se constató que los elementos de la SSPDF están en sus puntos de vigilancia, sin embargo, no llamaron la atención o sancionaron a los conductores, ya que el Gobierno del Distrito Federal dictaminó desde el 2010 que las calles del primer cuadro de la ciudad no serían tomadas como lugares de estacionamiento.
Viene, viene joven
Son las 22:00 horas y los franeleros arriban al Centro Histórico, las tarifas están fijadas entre 30 y 40 pesos, dependiendo la calle donde se estacione el auto, pero estos personajes piden un adelanto para constatar que el vehículo no sufrirá daño alguno o que la grúa, si es que llega a pasar, se lo lleve.
“Cuando llegamos ya están los ‘viene, viene’, nos dan su tarifa y nos piden por adelantado, ya que nos dicen que la grúa cobra muy caro y ellos se hacen cargo de que no se lo lleven, o nos ponen otro ejemplo, que los rateros puedan hacerle daño al carro”, dijo Denise.
Son estas “recomendaciones” que utilizan los franeleros para que los visitantes caigan en su negocio, bajo la complicidad de los policías que vigilan estas calles.
Cero Tolerancia
El diputado panista, Orlando Anaya, presentó la iniciativa de “Cero Tolerancia” para todos aquellos que estacionen sus autos en calles del centro, así como la erradicación de los franeleros en la zona.
“Esta iniciativa tiene el objetivo de presionar a la SSPDF para que cumpla con las sanciones correspondientes a todos aquellos que dejen su coches en el centro, que se realicen los operativos al pie de la letra y no se permita por ningún motivo que esto se siga dando en las calles.
“Así como se ha dado poca o nula tolerancia sobre la basura o colillas de cigarro en Madero, se debe de hacer lo mismo en las demás calles sobre este problema, que provoca poca movilidad en el primer cuadro de la ciudad”, comentó el legislador.
Desde el 2010, el Gobierno del Distrito Federal impuso, en primera instancia, un horario de estacionamiento en las calles del Centro Histórico, de 22:00 a 10:00 horas.
Sin embargo, la complacencia de los oficiales y la desproporcionada presencia de los franeleros ha saturado las vialidades así como las banquetas, lo que ha generado que la movilidad en esta área se vuelva complicada.
– Los estacionamientos fuera de la ley Por las noches las calles del espacio más representativo de la ciudad se ven invadidas por los vehículos 2010
– EL GDF determina un control sobre el estacionamiento de autos en el Centro Histórico, debido a que las calles no proporcionan el espacio adecuado para los autos.
– 1500 personas visitan los bares y antros del primer cuadro de la ciudad al mes. 300 policías custodian las calles más importantes de esta zona. 10 grúas de la SSPDF son utilizadas para el retiro de autos “mal estacionados”. 220 autos son estacionados al mes en el centro capitalino.