Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre reaccionó encolerizado a los reportajes presentados en Proyecto 40, y al texto publicado en este espacio la semana pasada. Al presidente del PRI DF le molestó que exhibiéramos su comportamiento, su pobrísimo desempeño como legislador y que hurgáramos en su pasado. Y respondió amenazando, amagando y mintiendo.
Parece que el ‘Rey de la basura’ -en vías de convertirse en el #GentlemanDeLaBasura- olvidó, por un momento, que ha vivido del presupuesto (ha sido cuatro veces legislador) y que preside un partido político. Intuyo que lo olvidó, porque de no ser así, al extenso glosario de palabras que lo definen, habría que agregar la de ignorante.
Ignorante, no como ofensa, sino como descripción. Ignorante porque, como apunta la Real Academia de la Lengua Española, Gutiérrez de la Torre “No tiene noticia de algo”. Ignora, pues, el presidente del PRI capitalino, que sus cargos anteriores y el actual, lo obligan a rendir cuentas y nos dan derecho –a todos los ciudadanos- a someterlo a escrutinio.
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Respondo al #GentlemanDeLaBasura lo que desde la víscera, molesto, apunta en la cuartilla que me envió. Contesto mis “estúpidas mentiras”, como las califica.
Me dice, Gutiérrez de la Torre, que tengo un “problema personal” con él, que podemos resolverlo cuando quiera y como quiera, “en las instancias que considere”. Le aclaro: No tengo ningún problema personal, no lo conozco y jamás he tenido una conversación con usted. Lo difundido en Proyecto 40 y señalado aquí sobre sus prácticas clientelares es del dominio público. ¿Qué debo entender cuando me dice que el problema lo podemos resolver en las instancias que considere? ¿Me está amenazando?
Escribe que uso un “tono discriminatorio que ofende”. Vaya contradicción. Porque en la carta usted me dedica varios insultos y otros tantos adjetivos. Insisto, no es un tema con su persona.
Señala que “hablar conmigo es inútil”. Quizá considere que hablar conmigo, con los medios y con la sociedad es inútil. Quizá por ello usted se ha negado sistemáticamente a una entrevista. No le gusta que lo cuestionen, mucho menos que lo incomoden.
Habla de “daño moral” y de mis “estúpidas aseveraciones”. Su carta, es claro ejemplo de lo que no puede hacerse con la moral. Yo seguiré haciendo mi trabajo, ejerciendo mi derecho. Usted es un personaje público y recibe dinero del erario. Es obligación suya informar cómo usa ese dinero. Si sus prácticas no son transparentes, deberá aclararlo a la opinión pública.
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Quizá el #GentlemanDeLaBasura crea que puede intimidar sin ser señalado. Quizá piense que redactar con tono hostil hará que las criticas se detengan. Sí, su poder es mucho y sus recursos económicos y materiales superan por cientos a los de quien esto escribe. Sus métodos y mañas son públicas. Por eso se ha interpuesto, con el acompañamiento de Article 19, capítulo México, un acción ante el Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, en la Secretaría de Gobernación.
Por lo demás, seguiremos señalando a quienes, como el #GentlemanDeLaBasura, se sienten intocables y todopoderosos. E insisto, no es su persona lo que molesta. Son sus amenazas, su abuso y su prepotencia, lo que la sociedad ya no quiere de “sus” políticos.
Me niego a creer que personajes como Gutiérrez de la Torre sean la “clase política” que nos merecemos. Me niego a pensar que desde la presidencia nacional del PRI, Cesar Camacho Quiroz ve con buenos ojos a tan ilustre personaje que daña la reputación del tricolor. Dudo que el presidente Enrique Peña Nieto respalde las formas y métodos del #GentlemanDeLaBasura. Entonces, ¿quién o qué lo mantiene en la dirigencia del PRI DF?
Adicto a twitter. Ha colaborado en Reforma, El Universal, Crónica, Emeequis y diversos espacios de radio. En Proyecto 40, conduce Informativo 40 y participa en “A que no sabías”. En el Canal del Congreso modera “Visión Universitaria”.