FOTOS: CHIO SÁNCHEZ

El microcosmos en tu smartphone

Por: Redacción

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¿Te has preguntado qué organismos habitan en los cuerpos de agua de los jardines de la CDMX? Puedes descubrirlo con tu celular… y un microscopio adaptable a su lente

Por Chio Sánchez*

Tres químicos egresados de la UNAM desarrollaron microscopios portátiles diseñados para integrarse con medios digitales, con el objetivo de acercar la microscopía y la ciencia a las personas, especialmente a las infancias y lxs jóvenes. “Queremos sembrar una semilla en las nuevas generaciones de ciencia”, comparten Alexis Molina, Ricardo Ojeda y Pataki en su cuenta de Instagram @ventanaalmicrocosmos.

Los científicos han impartido talleres de microscopios portátiles en instituciones como la FES Cuautitlán Campo 4, FES Iztacala, la Facultad de Ciencias de la UNAM y la UAM Iztapalapa, entre otros centros educativos.

Y ahora, con el proyecto Ventana al Microcosmos, organizan talleres donde lxs participantes, principalmente niñas y niños, exploran el fascinante universo microscópico en lugares cotidianos de la Ciudad de México como los parques.

Uno de los laboratorios naturales favoritos de este trío de apasionados de la ciencia y la divulgación es el Parque Masayoshi Ōhira, donde lxs asistentes analizan la calidad de la microbiota del icónico estanque japonés. Este lugar, que alguna vez albergó peces koi, ahora se convierte en un espacio para descubrir la vida invisible que lo habita a través de microscopios portátiles.

¿Cómo funcionan los microscopios portátiles?

Los dispositivos están hechos con alambre y un lente de 140x, moldeados en la figura del animal favorito de cada usuario. El lente se coloca en la cámara frontal del celular, mientras que el alambre se asegura a la carcasa con cinta adhesiva para mantener todo en su lugar durante las observaciones.

“Primero los hacíamos con otros materiales, como llanta y fomi. Hasta que, a principios de 2020, llegamos a este diseño definitivo: hacerlos con metal y con piel. Así surgió, fue idea de uno de mis carnales y una inversión conjunta”, relata Alexis.

Agrega que los 3,000 microscopios que han armado hasta ahora están hechos a mano y tienen una garantía de por vida, siempre y cuando se usen adecuadamente. “Cada uno es hecho a mano, de manera artesanal. No tenemos una máquina para fabricarlos”, añade Alexis.

En estos microscopios se pueden ver microorganismos como rotíferos, algas, áfidos, células y hasta tejidos.

“Todo lo que esté arriba de unos 10 micrómetros. Como referencia, los eritrocitos de la sangre miden ocho, y con este microscopio no los podemos ver porque el lente es muy grande. Este lente es bueno para ver cosas de 100 a 200 micrómetros”, explica Ricardo.

Microorganismos como las bacterias no se pueden ver con estos dispositivos artesanales debido a que son mucho más pequeños.

“Bacterias ya no las podemos ver, las bacterias normalmente miden de 0.1 micrómetros a 1, son 10 a 100 veces más pequeñas. Entonces, o tenemos un súper celular de 200 megapíxeles con un sensor muy potente (y eso no lo hemos probado), o no. Es decir, cosas muy muy muy pequeñas no las podemos ver con este equipo”.

Ventana al microcosmos

Los científicos de la UNAM llevaron a cabo un taller de microscopios portátiles para evaluar el estado del Parque Masayoshi Ōhira, conocido por ser un sitio popular entre quinceañeras, parejas próximas a casarse y por ser un símbolo de la amistad entre México y Japón.

En los últimos años se ha reportado que el estanque está completamente cubierto por algas, lo que impedía ver el agua y las carpas koi que lo habitaban. Esto lo convierte en un excelente lugar para dicha actividad.

Durante el análisis del agua del parque, los niños y niñas que participaron en la actividad recolectaron muestras del fondo del estanque utilizando una jeringa atada a una rama. Con ayuda de los químicos se acercaban con precaución al cuerpo de agua, evitando resbalar.

Los resultados del experimento mostraron que distintos factores como la brillantina de los vestidos de quinceañeras, la basura e incluso los drásticos cambios del clima están afectando el estado del parque japonés en la alcaldía Coyoacán.

“Definitivamente ha cambiado mucho la microbiota del lago. Aquí evaluamos cuántos microorganismos hay, qué tipos de microorganismos y algas están presentes, y con eso obtenemos evidencia a través del tiempo de cómo se va desarrollando y cómo va cambiando el lago en función de la temporada y de las actividades que hacen las personas aquí. Así que sí, evaluamos la microbiota del agua”.

Ricardo Ojeda comenta que el taller Ventana al Microcosmos incluye todos los materiales e intentan impartirlo a un costo accesible para que las infancias interesadas en la ciencia puedan participar sin que el dinero sea un obstáculo. “Tratamos de hacerlo asequible para los morritos porque principalmente son niños los que vienen”, añade Ricardo.

El costo es de $200 por persona e incluye el microscopio de 140x, los materiales para realizar el trabajo de campo y las indicaciones de ambos. Ahora que si prefieres sólo adquirir el microscopio, el modelo de 140x tiene un precio de $220, mientras que el de 440x cuesta $280.

Para más información sobre los talleres puedes seguir las redes sociales de Ventana al Microcosmos (Facebook, Instagram y TikTok).

  • 3,000 microscopios portátiles han construido Alexis, Ricardo y Pataki completamente a mano
  • $200 cuesta el taller Ventana al Microcosmos e incluye el microscopio y los materiales para la actividad

*Texto adaptado para + Chilango diario