Gustavo Pérez Parra, perito de la Procuraduría General de Justicia del DF (PGJDF), informó que la pipa que abastecía al Hospital Materno Infantil ubicado en Cuajimalpa aún contiene 250 litros de gas en su interior, por lo que las pruebas pertinentes para determinar el origen de la fuga aún no se determinan y cualquier hipótesis resultaría prematura.
El experto en seguridad industrial precisó que el tanque se encuentra bajo resguardo en una gasera en el Estado de México, aunque dijo desconocer quién o por qué fue trasladada allí.
“Lo que se busca es que la pipa no tenga remanentes y vapores, para después poder revisar el sistema de trasiego. Es prematuro saber exactamente en qué parte se registró la fuga; por el momento tenemos que espe-rar, porque no hay un mecanismo para vaciarla en su totalidad, tenemos que espe-rar a que quede vacío”, explicó.
David Becerra, perito especializado en explosiones e incendios, dijo que hace unos días el manómetro del tanque marcaba 70% de su capacidad, pero que ya bajó al 30.
“Vamos a esperar a que desaparezca el olor para revisar el tapón que pusieron los bomberos”.
“Un litro de gas líquido puede convertirse en 250 en vapor; estamos hablando de más de 10 mil litros de material inflamable. Esperaremos a que ya no haya ni líquidos ni vapor”, apuntó.
Los dos peritos coincidieron en que revisan la documentación entregada por la empresa, así como el expediente para, de manera paralela, trabajar coordinadamente con el personal de Gas Express Nieto, así como de la Secretaría de Energía y peritos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), para llegar a una conclusión.
También señalaron que no hay fecha para el peritaje final, pues primeramente se deben dar las condiciones de seguridad para las debidas inspecciones en la pipa y después determinar las causas de la explosión que, hasta el momento, ha dejado un saldo de cuatro muertos.