Esta tarde no hubo manifestaciones o marchas en el Zócalo, lo que hubo fueron risas, asombro y mucha alegría de niños, jóvenes y adultos.
Empresarios circenses montaron una función de circo frente a la Catedral Metropolitana para probar que los animales son las “joyas” de sus espectáculos y que no existe ningún tipo de maltrato hacía ellos.
Esta fue una “protesta pacífica” en contra de las modificaciones a la Ley de Espectáculos Públicos del DF que prohibirán, en menos de un año, el uso de animales en este tipo de eventos.
Desde las 10:00 horas, trabajadores del circo comenzaron a colocar el escenario que sirvió a payasos, malabaristas, a una niña contorsionista, a caballos y a perros para demostrar sus dotes y asombrar a cerca de 500 espectadores, en su mayoría familias completas, que se dieron cita para ver y disfrutar del show.
El espectáculo estaba previsto para arrancar a las 12:00 horas, sin embrago, los presentes tuvieron que esperar una hora más, en medio de un sol extenuante, debido a que en otro extremo de la plaza, en el mismo horario, se realizaba un evento del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera.
Para que los espectadores no desesperaran más de la cuenta, en el escenario improvisado dos caballos percherones realizaron algunos trotes, y después arrancó el show con batucada.
La buena música y la belleza de una bailarina brasileña despertaron los ánimos de los asistentes mayores, quienes no perdían ningún detalle.
Para que los niños también apreciaran el espectáculo, los siguientes en salir fueron los payasos, quienes con su actuación despertaron las sonrisas y las carcajadas de los menores y no tan menores.
Después fue el turno de los malabaristas, quienes desde un trampolín realizaron acrobacias que dejaron a más de uno con el “ojo cuadrado”.
Para aumentar el asombro, una niña contorsionistas demostró que el cuerpo humano también puede doblarse y doblarse bien.
El show continuó con una acrobacia en un caballo en movimiento, la cual propició la ovación y el aplauso de las personas que no perdían detalle de lo sucedido, aunque el sol no les diera tregua.
Entre acto y acto, el maestro de ceremonias no perdía la oportunidad para mostrar su rechazo a las modificaciones hechas a la Ley de Espectáculos Públicos del DF, que fueron publicadas hace una semana y entraran en vigor en un menos de un año.
SE DEFIENDEN
Armando Cedeño, presidente de la Unión Nacional de Empresarios y Artistas de Circos, indicó que el espectáculo circense está sufriendo un ataque directo orquestado por el Partido Verde Ecologista (PVEM) y por Animal Planet.
Lamentó que se diga que se defiende a los animales, pero no se legisle en contra de espectáculos que sí los dañan, como por ejemplo las corridas de toros.
Aseguró que los circos no maltratan a los animales como se ha hecho ver, y que un circo sin animales significaría la muerte para este tipo de espectáculos, pues las entradas disminuirían en un 90%.
Ejemplificó que el circo Atayde Hermanos trabajó sin animales en tres plazas, pero con entradas de 20 o 30 personas por función.
SE QUEDARÁN CON SUS ANIMALES
Por último, Armando Cedeño, adelantó que no entregarán a sus animales a santuarios o zoológicos una vez que ya no puedan usarlos en los circos, ya que “son nuestros animales, no se los vamos a regalar a nadie porque son nuestros, son de nuestra propiedad y no me puede quitar el Gobierno algo que es de mi propiedad”.
Los empresarios circenses presentarán el viernes un amparo alegando que esta Ley de Espectáculos Públicos del DF afecta su derecho a trabajar y a ejercer alguna profesión, garantías plasmados en la Constitución.
“El amparo ya está programado para presentarse el viernes, presentamos el amparo ante el Juez de Distrito correspondiente en el Distrito Federal, y dependiendo de la resolución que ellos emitan, sí es en contra de nosotros, interpondremos un recurso de revisión para que lo revise un Tribunal Colegiado correspondiente y así llegar a la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) o a tribunales internacionales”, precisó Luis Manuel Torres, abogado de los cirqueros.