La empresa mexicana Composcan comenzó un programa piloto en la Ciudad de México para producir energía eléctrica a partir de las heces de perros, mediante el uso de un biodigestor.
La empresa se hará cargo de recolectar los desechos que se hayan depositado en los contenedores durante el transcurso del día, para convertir el abono en energía eléctrica funcional, aprovechando que los residuos producen gas metano.
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“Las heces caninas se descomponen rápidamente y pueden producir una gran cantidad de gas metano. Para hacerlo más eficiente, utilizaríamos un residuo vegetal para crear una especie de mezcla, con el fin de que la energía sea más abundante”, dijo Alfredo Cuesta Godoy, cofundador de la empresa, en entrevista para la Agencia Informativa del Conacyt.
De acuerdo con la empresa, con dos toneladas se puede generar electricidad para más de 100 casas diario y una gran cantidad de fertilizantes. En la capital del país hay alrededor de dos millones de perros que generan aproximadamente 700 toneladas diarias de heces.
