Durante años, los ciudadanos hemos subestimado los espacios públicos a pesar de que sus beneficios son muchos, como ayudar a una mejor comunicación entre la sociedad y favorecen una mayor participación de los individuos en la vida pública. Por ello, su importancia es esencial; y no sólo se trata de contar con más lugares, sino también de darles un adecuado mantenimiento y, en este rubro, México tiene un notable problema de déficit y distribución de espacios públicos.
Las cifras en el Distrito Federal no son favorables: por cada habitante, 5.4 metros cuadrados de áreas verdes son proporcionados. Cuando lo ideal, de acuerdo con la parametría internacional, es que por cada ciudadano se superen los nueve metros cuadrados, esto enfocado en los espacios públicos abiertos.
El Día Mundial del Hábitat, designado por las Naciones Unidas, celebrado cada año el primer lunes del mes de octubre, busca una mejoría, desarrollo, y aumento del número de los espacios públicos y promover su importancia como parte fundamental del desarrollo humano. Para este año, el lema es “Espacios públicos para todos”.
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Según la ONU, el carácter de una ciudad es definida por sus calles y espacios públicos, los cuales deben ser accesibles y sin intereses lucrativos de por medio. Estas áreas promueven la cohesión social y proporciona a los ciudadanos salud, felicidad y buen ambiente.
Para Luis Zamorano, director de Desarrollo Urbano y Accesibilidad del Centro de Transporte Sustentable de México, un espacio público da bienestar a las personas, ya que “en ellos se da sitio a la convivencia armoniosa entre individuos”. Pero cuando hablamos de estos sitios no sólo nos referimos a parques o zonas de juegos. Existen tres grupos en los que se pueden catalogar:
- Espacios abiertos: Plazas, parques, unidades deportivas, sitios para la recreación, descanso y deporte.
- Vía pública: La calle, carreteras y la banqueta.
- De equipamiento público o instalaciones propiedad del gobierno que brinda servicios (espacios públicos pero con restricciones de acceso) como: Edificios públicos, bibliotecas, ayuntamientos, escuelas públicas, hospitales entre otros.
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“Cuando empezamos el Programa de Rescate de Espacios Públicos nos sorprendimos al saber que en realidad lo que más había que hacer era construir esos espacios. Aún hay mucho trabajo para la construcción de espacios públicos, pero increíblemente donde hay un rezago terrible es en el mantenimiento de estos. Hay una mala costumbre de no existir presupuesto para la subsistencia de todo lugar público”, dice el experto.
Y agrega: “Es indiscutible que nosotros como sociedad deberíamos procurar el mejor cuidado para toda la infraestructura de los servicios y los espacios públicos, ser limpios, ser cuidadosos, no dañarlos, no afectar la vegetación. Eso debería ser una condición de todos los habitantes”.
(Información: Conacyt / Foto: Cuartoscuro)