Fotografía cortesía
El hemisferio norte está experimentando una ola de calor implacable, con incendios devastadores y temperaturas extremas en distintas partes del mundo. Europa, en particular, se encuentra lidiando con altísimas temperaturas que amenazan con romper récords históricos.
Italia, conocida por su clima cálido, ha sido duramente afectada, alcanzando 44 ºC en Ragusa (Sicilia), 40 °C en Roma y 39 °C en Cagliari. La isla italiana de Cerdeña, en especial, se encuentra en alerta ya que podría registrar un nuevo récord de temperatura, superando los 48,8 ºC registrados en Sicilia en 2021.
España también se encuentra bajo un calor asfixiante, con temperaturas oscilando entre los 38 y los 42 °C en gran parte de la península ibérica. La región de Cataluña ya ha batido un récord histórico, alcanzando los 45,3 ºC.
Los incendios forestales se han desatado en Grecia y Canadá, con graves consecuencias. En Grecia, los bomberos luchan por segundo día consecutivo contra incendios cerca de Atenas, con más de 47 incendios declarados en solo 24 horas, dos de ellos fuera de control. Ante el calor extremo, los vigilantes de la Acrópolis han anunciado un paro laboral de cuatro horas a partir del jueves.
China y Japón también han registrado temperaturas sin precedentes. China alcanzó un récord de 52,2 ºC en la provincia de Xinjiang, mientras que Japón ha emitido alertas de calor en 32 de sus 47 prefecturas.
En Estados Unidos, más de 80 millones de personas están bajo alertas meteorológicas debido a una ola de calor “opresiva”. La capital de Arizona, Phoenix, ha experimentado 19 días consecutivos con temperaturas de 43 ºC, rompiendo récords establecidos desde 1974. Además, el Valle de la Muerte en California alcanzó una temperatura casi récord de 52 ºC el pasado domingo.
Estos fenómenos climáticos extremos han causado incendios incontrolables, pérdida de vidas humanas y evacuaciones masivas. Especialistas en meteorología advierten que estas situaciones podrían volverse más frecuentes e intensas debido al cambio climático, y hacen un llamado urgente a la preparación y cooperación internacional para enfrentar este desafío.
En medio de esta crisis, la comunidad global debe reconocer que el cambio climático es una amenaza para la humanidad, como lo manifestó John Kerry, enviado de la Casa Blanca para el clima, durante un viaje a Pekín para impulsar la cooperación entre los principales contaminantes del mundo. La urgencia de tomar medidas concretas para enfrentar este desafío no puede ser ignorada, ya que la salud de nuestro planeta y nuestras vidas futuras están en juego.
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