Fotografía cortesía
En un día marcado por la pena y el recuerdo, se confirmó el fallecimiento de Alejandro Martí, un destacado empresario y ferviente luchador social. A sus 73 años de edad, Martí dejó un legado de valentía y perseverancia en la búsqueda de la justicia y seguridad para México.
La historia de Alejandro Martí está intrínsecamente vinculada a una tragedia que marcó su vida y lo impulsó a tomar acción. En 2008, su hijo Fernando Martí fue secuestrado y asesinado, un suceso que dejó una herida imborrable en el corazón de la familia Martí. Pero en lugar de dejarse vencer por el dolor, Alejandro encontró la fuerza para convertir esta devastadora experiencia en un motor de cambio.
En honor a la memoria de su hijo y con el firme propósito de evitar que otras familias pasaran por un calvario similar, fundó la organización “México SOS”. Esta iniciativa se convirtió en un bastión de lucha contra la inseguridad y la impunidad, alzando la voz contra las autoridades y exigiendo justicia para todas las víctimas.
Una de las frases más emblemáticas de Alejandro Martí, pronunciada frente al entonces presidente Felipe Calderón y su secretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, resonó en todo el país: “Si no pueden, renuncien”. Con estas palabras, dejaba en claro su exigencia de un cambio radical en las políticas de seguridad y la responsabilidad de las autoridades ante la grave situación que aquejaba a México.
A lo largo de los años, Alejandro Martí se convirtió en un referente de lucha y perseverancia, su trabajo incansable en defensa de las víctimas del crimen y su búsqueda de un México más seguro y justo, inspiraron a muchos a unirse a la causa.
El fallecimiento de Alejandro Martí deja un vacío en la lucha contra la inseguridad y la búsqueda de justicia, pero su legado permanecerá como una luz de esperanza para todos aquellos que continúan trabajando por un país mejor. Diferentes personalidades, como José Antonio Meade, excandidato presidencial, han expresado sus condolencias y reconocido la importante labor que desempeñó en la sociedad.
La partida de Alejandro Martí es una dolorosa pérdida, pero su espíritu de lucha y su incansable activismo perdurarán en la memoria de aquellos que han sido tocados por su ejemplo. Su legado será una inspiración para seguir adelante en la búsqueda de un México más seguro y justo para todos.
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