Una persona más murió la noche del martes a consecuencia de las heridas que sufrió durante la explosión del Hospital Materno Infantil de Cuajimalpa el 23 de enero pasado.
Mónica Orta, una enfermera que salvó la vida de seis bebés en lugar de evacuar las instalaciones cuando se registraba una fuga de gas que causó la explosión, murió a causa de las quemaduras que tenía en 80% del cuerpo.
La enfermera había sido trasladada al Instituto Nacional de Rehabilitación para ser tratada de sus heridas, pues se encontraba grave desde hacía varios días.
Con ella, la cifra de muertos por la explosión registrada el jueves pasado subió a cuatro: dos bebés y dos adultos. Además, aún hay 19 heridos que se encuentran internados en distintos hospitales de la ciudad; nuevo de ellos se encuentran aún en estado grave.
A través de un comunicado, el Gobierno del Distrito Federal informó de la muerte de Mónica Orta, de 35 años de edad.
“Lamentablemente su condición no respondió a todos los tratamientos que ameritaba su caso. Las causas particulares están por determinarse”, informa el documento.