En ambas terminales del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM) se observan desperfectos en las instalaciones de servicio al público. En algunas partes del techo hay goteras que obligan a trabajadores de limpieza a colocar cartones y cubetas cuando llueve, para así evitar encharcamientos. En los baños hay llaves oxidadas y retretes desgastados. En los pasillos se ven enchufes zafados y pisos rotos, así como locales comerciales vacíos y empolvados. Esto, a pesar de que por el AICM circulan cada año más de 30 millones de pasajeros y de que el inmueble aún operará cinco años, antes de que el Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (NAICM) entre en funcionamiento completo.
(Fotos: Alfredo Boc y Rafael Montes)