Si por algo se distingue la Ciudad de México es por su entusiasmo incansable respecto a las fiestas. La tradición de iluminar espacios públicos, monumentos emblemáticos y avenidas, que comenzó con la celebración del centenario de la Independencia de México, se mantiene hasta hoy y se ha extendido tanto que ya no solo el GDF se emociona con los foquitos, las series musicales y cuanto adorno se encuentren, sino que en colonias como la Del Valle, Pedregal, Lindavista y Centro hay una declarada competencia de adornos e iluminaciones navideñas. Para muestra, estos botones que deslumbran, literalmente, a cualquiera.
(Fotos: Lulú Urdapilleta)