Conocido en nuestro país como el ‘Papa Peregrino’, Juan Pablo II fue quién visitó más veces la Ciudad de México con cuatro ocasiones, ganándose el cariño de los mexicanos.
El 26 de enero de 1979 fue la primera vez que Karol Józef Wojtyła aterrizó en la capital a bordo de un avión comercial de AeroMéxico; ocurriendo el famoso momento en el que al descender de la aeronave, lo primero que hizo fue besar el suelo mexicano, una imagen que sorprendió al mundo.
El Papa tardó 11 años en volver a México debido al atentado que sufrió en la Plaza de San Pedro, en el que fue baleado por el turco Mehmet Ali Agca. Fue hasta el 6 de mayo de 1990 cuando el pontífice regresó al Distrito Federal para beatificar al santo Juan Diego en la Basílica de Guadalupe.
Seis años más tarde, el gobierno del entonces presidente, Ernesto Zedillo, invitó por primera vez al Papa a visitar México en calidad de Jefe de Estado.
Juan Pablo II llegó el 22 de enero de 1999 a la Ciudad de México, en una visita que abarcó del 22 al 26 de enero, en donde sostuvo grandes encuentros con sus seguidores en el Estadio Azteca y en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
En su cuarta y última visita a suelo Azteca, el Papa Juan Pablo II ofició la ceremonia de canonización de Juan Diego en la Basílica de Guadalupe, además de reunirse con personalidades de diferentes ambitos y de sus seguidores.
Durante todos sus recorridos a bordo del ‘Papamóvil’, la gente nunca dejó de gritarle a su paso frases como “México católico, siempre fiel”, “Juan Pablo II, te quiere todo el mundo”, “Juan Pablo amigo, el pueblo está contigo” y “Juan Pablo, hermano, ya eres mexicano”.
Por primera vez en la historia del país, el presidente Vicente Fox besó el anillo del obispo de Roma al darle la bienvenida en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
En agosto de 2002, el pueblo católico mexicano se despidió del ‘Papa Peregrino’, quien murió 2 de abril de 2005, en sus aposentos del Vaticano.
(Foto: Cuartoscuro)
