La victoria del ejército mexicano comandado por el militar Ignacio Zaragoza el 5 de mayo de 1862 contra el ejército Francés, no es sólo motivo de asueto escolar, para los vecinos de la colonia Peñón de los Baños su representación es una tradición desde 1930.
EL INICIO
Maspormas entrevistó al nieto de uno de los fundadores de la tradición, Jose Luis Rodriguez nació un 6 de Mayo hace 54 años, su abuelo y su padre le inculcaron la celebración familiar en la que ahora participan sus hijos y nietos.
Todo comenzó hace poco más de 84 años cuando los fundadores participaron en una festividad en Texcoco y decidieron llevarla a su comunidad.
Esta escenificación es una adaptación con argumento histórico que los vecinos de la colonia han elaborado, por ello cuentan también con los derechos de autor de la festividad.
Esta representación se ha estado en Chapultepec y el Palacio de Bellas Artes también montó una exposición fotográfica sobre esta festividad.
Nueva York, ciudad estadounidense que celebra esta fecha con mayor ímpetu ha invitado a los organizadores a llevar la escenificación hasta allá, pero el Sr. Luis explica que debido a la forma de organización eso sería prácticamente imposible.
LA DETONACIÓN
La artillería parece detonarse genealógicamente por un legado heredado en el que cada uno de los generales es interpretado por los sucesores de los fundadores, todos los miembros de la comunidad participan en un ejército al que se añaden libremente por tradición, cada participante elabora su vestuario.
Don Luis posee las armas de sus antecesores, durante la representación utiliza el arma de su padre con pólvora real para hacer la detonación aunque confiesa que para ello ha recurrido a la compra ilegal de pólvora ya que las autoridades han intentado obstaculizar el uso de este elemento.
Esta característica ha puesto a la festividad en peligro ante las autoridades y visitantes, sin embargo para ellos es una tradición que se realiza con respeto y precaución aunque han ocurrido graves incidentes pero asegura que no hay represalias ya que cada participante asume los riesgos de la tradición.
LA SEGURIDAD
Alrededor de mil 500 personas, entre niños, jóvenes, adultos y ancianos participan cada año para llevar a cabo la formación del ejército francés, el mexicano, el de los indios Zacapoaxtlas y las tropas de “Las Nacas”.
Por su parte la Delegación Venustiano Carranza, a la que corresponde la demarcación, participa con una ceremonia cívica y colabora en la logística del evento en materia de seguridad, así como el cierre de calles.
Este año las autoridades estiman en conjunto una asistencia de 10 mil personas al evento por lo que se desplegará un operativo de mil elementos de seguridad y cuatro grupos de paramédicos que transitarán a lo largo de la ruta del desfile para atender cualquier incidente.
¡FUEGO!
La representación ha dejado heridos y víctimas pero Luis asegura que a pesar de todo la tradición continúa, “incluso los lesionados siguen participando al otro año”.
Recuerda que hace medio siglo 17 personas sufrieron un accidente debido al mal uso de la pólvora, entre ellos su padre, pero ninguno abandonó la escenificación.
Los vecinos participan en la representación año con año por lo que conocen de memoria la festividad así que los días 1 y 2 de mayo se reúnen para ensayar y alistar cualquier detalle.
Los herederos de la tradición recorren 2.5 km durante casi 6 horas en los alrededores de la colonia donde se efectúan dos batallas que culminan en la victoria del ejército mexicano.