La temporada de lluvias en la capital llegó oficialmente y con ella todos sus inconvenientes, entre ellos, la caída de árboles en vialidades, casas y coches, dejando personas lesionadas y pérdidas materiales.
LOS FACTORES
La Secretaria de Protección Civil Local establece que el principal factor que propicia la caída de los árboles son los fuertes vientos, que combinados con las lluvias atípicas complican esta situación.
De acuerdo con el titular del Heróico Cuerpo de Bomberos (HCB), Raúl Esquivel, para que ocurran los desplomes intervienen factores como el tamaño y peso excesivo de los árboles, así como los trabajos de reencarpetamiento o atención a coladeras en donde se pueden dañar las raíces, volviéndolos vulnerables.
POR ESPECIE O DESCUIDO
En todo el territorio local se registran cientos de arboles en malas condiciones, no obstante, a decir del presidente de Asociación Mexicana de Arboricultura (AMA), Daniel Rivas Torres, no son retirados por temor a la critica ciudadana.
Incluso, asegura que existe una total descoordinación entre las diferentes instancias encargadas y el problema ha crecido principalmente en las vialidades primarias como Circuito Bicentenario, Viaducto y Periférico.
“Existe una gran cantidad de árboles muertos, secos, inclinados y peligrosos en toda la ciudad. Lo más lógico es que una administración responsable empiece por eliminar y retirar estos árboles. En el “Circuito Bicentenario”, en un conteo rápido en marzo de 2012, se encontraron aproximadamente 500 árboles de riesgo en el tramo entre la “Ciudad Deportiva” Magdalena Mixhuca e Insurgentes”, refiere.
Rivas Torres señala que se debe aterrizar una planeación forestal urbana, pues la carencia de este elemento evita que en el DF aproveche todo el potencial de los árboles para amortiguar el calentamiento global, capturar y almacenar carbono, y reducir la contaminación ambiental, visual y auditiva.
Además de que en la actualidad las plantaciones no duran más de 40 años y al hacerlo sin una infraestructura especial como lo manda la arboricultura, no se garantiza un desarrollo sano, seguro y amplio de sus raíces y por consiguiente, crece el riesgo de que caigan fácilmente.
“Las preguntas básicas del manejo dasonómico: ¿qué?, ¿dónde?, ¿cuánto?, ¿cómo?, ¿cuándo?, ¿quién?, aún no se responden. ¿Cuántos árboles tenemos?, ¿de qué especies?, ¿cómo están distribuidos espacialmente?, ¿en qué condición se encuentran?, ¿qué requieren?, ¿cuánto cuesta su tratamiento?, ¿cómo lo vamos a realizar?, ¿cuándo y quién lo va a ejecutar? son aspectos de los árboles que se ignoran en el Distrito Federal”, explica.
Asimismo criticó que ante la plaga del muérdago, las autoridades sólo decidan desmocharlos, mutilarlos y destrozarlos, condenándolos, a la muerte. Y que no se tenga un control de las especies favorables para cada sitio y no sólo en la búsqueda de que embellezcan el entorno.
En la aplicación “Redárbol” de la SEDEMA, en donde se enlistan los 25 tipos de árboles más comunes en la ciudad, el eucalipto es una especie se recomienda que se cese su cultivo, ya que además de que provocan fracturas en banquetas y construcciones, tiene sustancias alelopáticas, ramas frágiles, corteza que se desgaja fácilmente, lo que los señala como vulnerables.