SALADOS.
Contamos con fuertes indicios de que el gobierno capitalino emprenderá una feroz batalla contra… los saleros.
Sí: la administración local busca eliminar de los restaurantes la mayor cantidad posible de sal.
El Secretario de Salud, Armando Ahued, reveló que el alto consumo del producto ha potenciado infartos y accidentes vasculares cerebrales, así como la hipertensión arterial.
Entonces sobre advertencia no hay engaño, que nadie se alarme si ve a personal del gobierno tras la sustancia, misma que incluso en la antigüedad fue moneda de pago.
Más nos vale que desaparezca de la mesa.
HECHOS PELOTAS.
Tenemos fuertes indicios de que el diputado local perredista Rubén Escamilla se enreda demasiado a la hora de la difícil tarea de levantar la mano para votar.
Ayer la panista Laura Ballesteros propuso que el pleno de la Asamblea Legislativa hiciera un exhorto al Presidente Enrique Peña Nieto a fin de que transparente su patrimonio.
Entretenidos en muchas tareas, los diputados se confundieron sobre el hecho de aprobar el planteamiento y considerarlo “de obvia y urgente resolución”.
Así tuvieron que repetir la votación, pero de las tres ocasiones en que se preguntó el sentido del voto Escamilla lo hizo una vez a favor y en las otras se abstuvo.
Qué complicado es sentarse en una curul y que le pidan a uno que razone.
LAMPARA EN MANO.
Hay fuertes indicios de que en Tlalpan podría sentarse un precedente en la atención ciudadana.
Anoche la jefa delegacional, Maricela Contreras, puso en marcha la Primera Jornada Nocturna de Conservación y Mejoramiento Urbano.
De tal suerte que se realizaron trabajos de liberación de luminarias y poda en la ruta que recorre el turibús dentro de la demarcación, con el propósito brindar una mejor vista a los paseantes.
Ojalá que la acción no sea flor de una noche y que se lleven a cabo muchas jornadas más para mejorar el entorno de quienes viven en la sureña demarcación.