Fuertes Indicios, junio 13

LUZ DE NEÓN.

Surgen fuertes indicios de que en la capital del país se han registrado un número importante de accidentes por los anuncios luminosos que distraen a automovilistas.

La Ciudad de México ha sufrido en los últimos años del crecimiento irregular de publicidad exterior y los intentos de la autoridad por poner orden se han quedado cortos.

Cifras de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda, que encabeza Simon Neumann, señalan que existen 5 mil 200 anuncios cuando el padrón de los permitidos es de 4 mil 100.

Así que la batalla por limpiar el paisaje urbano deberá intensificarse. Se estima que el costo del retiro de cada autosoportado es de entre ocho y diez mil pesos.

Se hace bien en costear su eliminación con las multas impuestas a los infractores que van de 97 mil a 129 mil pesos.

EN POPA.

Contamos con fuertes indicios de que desde la Asamblea Legislativa del Distrito Federal los perredistas se tornarán más activos en la defensa del Gobierno de Miguel Ángel Mancera.

La mayoría en el órgano se  ha dado cuenta que el proyecto del hombre sin partido también es el suyo.

El Presidente de la Comisión de Gobierno, Manuel Granados, marcó la pauta para respaldar al abogado que dirige el destino de la urbe.

Anoche, el mismo legislador inició recorridos nocturnos para verificar la realización de los operativos que hace la Procuraduría de Justicia en diversas zonas de la ciudad de México.

Quizá su presencia no baste para poner orden, pero es un buen comienzo que los de la misma tendencia política remen para el mismo lado de la embarcación.

SOS.

Surgen fuertes indicios de que el Gobierno de la Ciudad de México le dará la más cordial bienvenida a la ayuda federal en Tepito.

El Secretario de Gobierno local, Héctor Serrano, reveló que no se solicitó formalmente el auxilio de la Administración Peña.

 Pero como a caballo regalado no se le ve colmillo, el gobierno de Miguel Ángel Mancera abrirá las puertas para que fuerza federal intervenga en la Delegación Cuauhtémoc.

Es hora de echar montón a los malandros, dicen locales y federales.