Contamos con fuertes indicios de que el jefe delegacional en Miguel Hidalgo, Víctor Hugo Romo, está cayendo de la gracia de no pocos actores políticos en la capital mexicana.
El excesivo protagonismo del funcionario le empieza a ganar enemistades hasta en el Gobierno central. Por ejemplo, nadie entendió por qué llegó con más de 100 bicicletas a un evento que no era suyo.
Nada bien ha caído en la izquierda el hecho de que Romo que haga publicidad con su imagen en espectaculares, vallas y mupis.
Más aún, ha intentado burlar la ley electoral, al promocionarse a través de la publicidad de una revista. Busca dar muchos saltos estando el suelo parejo.
Alguien debería decirle que el 2018, cuando se realizará la elección de un nuevo jefe de gobierno, está muy lejos.
PODER DEL CONSUMIDOR.
Teníamos fuertes indicios de la Procuraduría Federal del Consumidor que ayer se confirmaron.
El nuevo titular de la PROFECO, Alfredo Castillo, montó un operativo de verificación en bares y restaurantes por el juego Cruz Azul contra América.
Los supervisores del organismo pidieron a gerentes de establecimientos vecinos al Estadio Azul que respetaran precios y tarifas.
Exigieron no condicionar el servicio de bebidas por botella. Donde no pudieron hacer mucho fue en el tema del estacionamiento y es que los “viene viene” se adueñaron de las calles y rentaron el espacio hasta en 100 pesos.
DON FAUSTO Y DON GOYO.
Surgen fuertes indicios de que el Secretario de Protección Civil del Distrito Federal, Fausto Lugo, anda con el pelo suelto.
Y no es que el funcionario haya cambiado de look sino que se le ha visto muy ajetreado por culpa de un volcán vecino a la capital del país.
Desde que “Don Goyo” comenzó a emitir fumarolas, Lugo ha encabezado talleres de capacitación a personal del DIF, Salud, Obras, Sistema de Aguas y de las delegaciones Iztapalapa, Milpa Alta, Tláhuac, Venustiano Carranza y Xochimilco.
Más nos vale a los capitalinos que los funcionarios hayan tomado nota de lo que deben hacer en caso de una contingencia mayor por el Popocatépetl.
Fausto Lugo busca también que sean muchos los trabajadores del gobierno capitalino que sepan administrar los refugios temporales.
Ojalá que no se tengan que ocupar.