El acceso de las personas menores a la vida digital puede ser factor de oportunidades para ellas, pero también conlleva riesgos, al hacerlos susceptibles a diversos tipos de violencias, de acuerdo con diversos estudios
El acceso de las infancias y adolescencias a las tecnologías digitales hace tiempo que dejó de ser un tema de debate, pues hoy son una simple y contundente realidad.
Este hecho, si se aprovecha de la manera correcta, señala el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en inglés), “puede cambiar la situación de los niños que han quedado atrás –ya sea debido a la pobreza, la raza, el origen étnico, el género, la discapacidad, el desplazamiento o el aislamiento geográfico– al conectarlos a numerosas oportunidades y dotarles de las aptitudes que necesitan para tener éxito en un mundo digital”.
No obstante, este acceso también conlleva riesgos en línea, “que pueden llevar a que los niños vulnerables sean más susceptibles a la explotación, el abuso y hasta la trata, así como a otro tipo de amenazas menos evidentes para su bienestar”.
Alto porcentaje de infancias en riesgo
De acuerdo con cifras del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) en México, citadas por el Congreso de la Ciudad de México, el 22% de las niñas, niños y adolescentes han sido víctimas de conductas negativas a través de las tecnologías digitales.
Para la II Legislatura, prevenir y erradicar el ciberacoso debe contemplarse en las políticas públicas de seguridad ciudadana, pues “a quienes tenemos al cuidado niñas y niños, que un teléfono celular, una tableta es el acceso de miles casi millones de personas adultas que se van a hacer pasar por infantes”, señaló la congresista Polimnia Romana Sierra Bárcena el mes pasado, durante una sesión legislativa en abril pasado.
“La violencia digital o ciber violencia se ha venido incrementando en todo el mundo, las amenazas, la ofensa, la difamación, la intimidación, la difusión de imágenes o videos íntimos sin conocimiento, el engaño, la extorsión, suplantación y robo de la identidad son agresiones que atemorizan, agreden y humillan a las personas, especialmente a niñas y niños”, sostuvo la congresista local.
En un reporte de 2021, la Unidad de Policía Cibernética de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, informó que recibía mensualmente poco más de 3 mil reportes de incidentes en Internet, de los cuales el 3% correspondían a los relacionados con niñas, niños y adolescencias; 39% correspondían a acoso a menores; 29% de sexting y un 23% de pornografía infantil.
Además, uno de cada cuatro adolescentes sufría violencia en línea, en edades de entre 12 y 17 años de edad, que es cuando comienzan a desarrollarse en redes sociales. En cifras más recientes y a nivel nacional, el 6.1% de los reportes por violencia digital atendidos por la Policía Cibernética correspondieron a infancias y adolescencias, durante el primer semestre de 2023.
La pandemia, detonadora de violencia digital
Según la premisa del Estudio Nacional sobre Violencia Digital contra la Niñez, dirigido por Luis Ángel Hurtado Razo, investigador de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, ha habido un aumento en los tipos de violencia digital, a raíz de la pandemia de COVID-19, que llevó a que muchos niños y jóvenes tuvieran que ingresar a Internet por dos motivos: actividades escolares y la presión social para interactuar con familiares o amigos. Los tipos de violencia digital detectados en el estudio, presentado a principios de 2024, fueron:
- El ciberacoso (acoso por internet)
Sus características más importantes son comentarios como insultos, humillaciones, videos, imágenes “e incluso enviar al agredido a la famosa Zona del Silencio, en la cual se le ignora”.
- El sexting (mensajes sexuales)
El segundo tipo de violencia detectada en importancia es el sexting, que tiene que ver con dos elementos: que una persona le mande videos o fotos de corte sexual a un menor o que se difundan videos o fotografías con contenido sexual en los que aparece un menor.
- El grooming (acoso sexual infantil)
Es una suerte de cortejo de un adulto hacia una persona menor, al que le empieza a hablar y le pregunta dónde vive o le dice que está muy bonita o muy bonito o que viste muy bien, luego se les chantajea a partir de capturas de pantalla de las conversaciones que tuvieron, o de los videos y las fotos que se les exigió.
- Stalker o acosador
Ocurre cuando el acosador espía a una persona utilizando las redes sociales; las edades de las víctimas van de los seis a los quince años.
- El shaming (avergonzar en público)
Se utilizan los medios digitales para avergonzar a la persona o humillarla.
- Doxing (publicar información de alguien con el fin de avergonzarlo)
Por último, el doxing es un tipo de violencia digital que tiene que ver con publicar en las redes sociales información relacionada con una persona con la intención de avergonzarla.