El PAN capitalino debe usar a la delegación Benito Juárez, encabezada por Jorge Romero, como referente de un gobierno de políticas públicas eficientes y útiles para la ciudadanía, considera el diputado Federico Döring.
Respecto al trabajo legislativo en la Asamblea, Döring asegura que los acuerdos políticos suelen complicarse por los intereses particulares que se enfrentan al interior de la bancada perredista.
MxM ¿La existencia de una mayoría perredista en la ALDF implica ser más productivos que el Congreso de la Unión?
FD: Somos más productivos en términos estadísticos. El porcentaje de aprobación de leyes es un poco superior al del Congreso, pero también es más fácil administrar un congreso de 66 que uno de 500.
Pero eso no significa que sea más cualitativa, y creo que esa es la gran falla, que el trabajo es cuantitativo.
¿Cómo operan los acuerdos al interior de la ALDF?
Es difícil, porque hasta que no construyan un acuerdo entre el PRD no hay condiciones para hacer política.
A veces tienen visiones encontradas por sus intereses.
Por ejemplo, el incremento a las tarifas del transporte tiene un móvil político: tomaron la decisión porque los intereses de una diputada cercana a Bejarano fueron atendidos por Mancera a cambio de una coordinación y que se vuelva aliada de Manuel Granados.
¿Ves a un PRD unido, dividido o dispuesto a construir?
En términos legislativos todos están haciendo buenos ejercicios, en lo político es desastroso.
Se han propuesto y acordado en comisiones tres comparecencias de delegados, pero después viene el freno desde la Comisión de Gobierno.
A alguien no le interesa que comparezcan los delegados, ni siquiera se ha podido revisar el caso de Toledo por los escándalos en Coyoacán.
Pero no fuera un caso de Benito Juárez porque tienes a la diputada Dinorah Pizano haciendo del tema de desarrollo urbano una campaña política, pero igual no se atreve a pedir que comparezca Jorge Romero porque sabe que si esto ocurre ella va a ser exhibida en lo jurídico y político.
¿Apruebas o repruebas a la ALDF?
Le pongo un 4.
¿Quién manda en la ALDF?
Manda la coyuntura. Al principio era muy clara la hegemonía de Bejarano a través de Ariadna Montiel; era difícil que pasara algo sin que tuviera su visto bueno.
Ahora se siente el peso de Bejarano pero no es el único factor decisivo.
Es cada vez más difícil saber quién manda.
¿Cuáles son los retos y pendientes en la ALDF?
Fortalecer a las delegaciones. El PRD está cometiendo un error, al tratar de decir que no se puede hacer nada para que un delegado tenga más facultades administrativas y más presupuesto.
Quieren enfrascar el tema dentro de la reforma política inscrita en el Pacto por México y es un error garrafal que no se pueda legislar nada sobre delegaciones hasta que salga la reforma política.
¿Cómo es tu relación con otros coordinadores?
Muy cordial, somos buenos amigos. Con Tonatiuh (PRI) y Sesma (PVEM) hay muchas coincidencias porque tenemos iniciativas conjuntas.
Creo que Granados está tratando de hacer las cosas distintas, pero a veces no encuentra suficientes condiciones para que lo dejen hacer lo que quiere, no logra cambiarle el rostro al PRD y eso ha de ser muy frustrante.
¿El PAN en la ALDF será un factor para resucitar al panismo en la capital?
El mayor factor para que el PAN resucite se llama Jorge Romero.
Los resultados que ha dado Benito Juárez con el retiro de ambulantes, la cruzada contra construcciones irregulares, no los tiene ningún otro delegado.
Eso nos puede diferenciar. El PAN no debe entorpecer la relación entre Benito Juárez y el GDF, necesitamos hacer política y tener a Benito Juárez como referente de una administración eficiente con buenas políticas públicas.
¿Cuál es el futuro de Federico Döring?
Esa es la agenda del 2018, pero antes hay que ver qué hacemos con la reforma política.
Si yo tuviera cualidades podría pensar en ser jefe delegacional, pero no las tengo.
(MANUEL LARIOS)