El 1 de febrero de este año, en Glendale, Arizona, los Patriotas de Nueva Inglaterra rescataron la victoria en los últimos minutos del Super Bowl XLIX de la NFL. Ese mismo día y a esa misma hora, se reunió por primera vez el club de fans que representa al equipo en el centro histórico del DF. Empezaron siendo ’15 valientes patriotas’, pero ahora se reúnen alrededor de 100 personas cada fin de semana para ver los juegos a unas cuadras del Zócalo.
Según cuentan, ese gran domingo eran minoría en el bar donde se reunieron y estaban rodeados de 200 seguidores de los Halcones Marinos. “Ese día convocamos como a 35 personas a través de páginas de Facebook, aunque llegamos poquitos. Nos juntamos en un bar, donde sólo había aficionados de Seattle. Nosotros éramos los pocos ‘valientes patriotas’”, relata Víctor Barrón, uno de los organizadores del grupo.
Además, como estaban a punto de perder los ‘Pats’, la presión era intensa. Los aficionados rivales les gritaban en el oído en cada jugada. Quedaban 27 segundos del último cuarto y Seattle estaba a menos de 10 yardas de anotar para coronarse. Pero entonces, ocurrió el milagro: Malcolm Butler interceptó el balón y les dio el triunfo a los Patriotas, en Arizona, Nueva Inglaterra y la Ciudad de México.
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“Desde ahí nació la idea de querer hacer un club. Nos juntamos un mes después ya en este restaurante, los mismos 15, y vimos la repetición del partido. Ese triunfo del Super Bowl nos dio el empuje para formar este grupo que ahora tiene aproximadamente 100 fanáticos”, dice Barrón.
Durante esta temporada se ha afianzado el club, que ya tiene sede oficial. Se reúnen cada fin de semana en el restaurante Costiarracheras, ubicado en República de Uruguay 84, en el centro histórico, a unas calles del Zócalo. El que tengan un espacio definido para las reuniones ayudó a que el club tomara seriedad y fuera reconocido oficialmente por el equipo de la NFL.
Los días de partido no se tratan solamente de ver el juego, todo gira en torno a los ‘Pats’. Combinan los encuentros con comida, rituales, un simulador de pases, trivias y pronósticos. Por ejemplo, el menú del restaurante es especial con Gronk Nachos, Edelman Wings, Brady Buger y Butler Pizza, entre otros platillos inspirados en jugadores. Desde su inicio, este club se trata de crear un ambiente familiar, sin membresías.
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Entre sus rituales está sentarse en una larga mesa, decorada con un mantel azul del equipo, para compartir sus impresiones. También, cuando se toman fotos, hacen una seña con cuatro dedos de la mano, simbolizando los anillos de campeón que tienen. Otro ritual es la porra cuando anota el equipo; uno grita ‘Pats’ y los demás lo siguen diciendo ‘let’s go’, emulando los videos que publica el mariscal de campo Tom Brady.
“Nos juntamos con el espíritu de echarle porras a nuestro equipo y animarnos entre nosotros, porque muchas veces los partidos son difíciles. Entre todos nos apoyamos; algunos piden hasta bolillos para el sufrimiento. Esa es la pasión”.
(Información: Alberto Vega)
